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11 de marzo de 1998
Despertó en su cama, en las habitaciones de su padre, un lugar en el que parecía que no había pasado la noche desde hacía una eternidad. Aurora frunció el ceño, intentando recordar lo que había pasado, pero lo último que recordaba por completo era la batalla, mientras que apenas recordaba haber estado en el Gran Comedor.
Le dolía la cabeza, pero no tanto como antes, eso lo sabía. Había un frasco de poción para el dolor de cabeza en la mesilla de noche, que tomó tan pronto como pudo sentarse erguida. Sintió que empezaba a hacer efecto, agradecida de no tener que lidiar con eso.
Se levantó de la cama con cautela, su cuerpo todavía le dolía un poco también. Bueno, el alivio del dolor llegaría eventualmente, y no era diferente al dolor del día siguiente a una intensa práctica de quidditch.
Caminó lentamente hacia la puerta y la abrió con cuidado, sin estar segura de lo que encontraría al otro lado.
La voz de su madre cantaba suavemente, una canción de cuna que no se había escuchado en su casa desde que Leo era un bebe, y trajo una sonrisa a los labios de Aurora. Su madre ya estaba cantándole a su hermano menor, y ella salió a la sala de estar, esperando ver a su madre cantándole a su barriguita.
Se sorprendió al ver al pequeño bebé donde debería estar dicha barriguita.
"¿Exactamente cuánto tiempo estuve inconsciente?", preguntó Aurora, sorprendiendo a su madre.
La canción fue reemplazada por una risa, y su madre dio una palmadita en el sofá a su lado. "No tanto como crees. Ven a conocer a tu hermano, Alastor. Estaba tan ansioso por conocerte que llegó poco después de que nos dejaras".
Aurora se acercó, su sonrisa se hizo más grande mientras miraba a su hermano. "Es bastante feo de una manera muy linda", dijo.
"Es un recién nacido, todavía está todo arrugado", defendió su madre. "Dale tiempo, lo arrugado desaparecerá y será tan encantador como lo fueron tú y Leo."
Aurora observó a su madre, feliz, sonriente y encantada con el nuevo miembro de su familia. "Tendrá más libertad que cualquiera de nosotros, ¿no?"
"Sí" —dijo su madre con absoluta certeza—. "Pero ahora todos somos bastante libres." —Miró el fuego y Aurora siguió su mirada, viendo la cadena de oro medio derretida en los leños—. "Mi accidente ya se sabe, al igual que la verdadera lealtad de tu padre y tu estatus de sangre y el de Leo."
"¿Los Carrow?"
"Arrestados."
"¿Y... y Voldemort?"
"Probablemente ahora sea cenizas. Estaban quemando el cadáver esta mañana."
"¿Quién...?"
"Kingsley. Cho Chang. Colin Creevey. Justin Finch-Fletchley. Percy, pero sospecho que sabías sobre él."
"Sí, y de Kingsley y Cho."
"También Daphne Greengrass. Crabbe y Goyle, pero creo que eran los únicos Slytherin. Lavender Brown dijo que Daphne la salvó, estaba bastante angustiada."
"¿Ginny, Luna?" —preguntó Aurora—. "¿Draco? ¿Harry?"
"Están todos bien" —dijo su madre, distraída por un momento mientras Alastor se retorcía—. "No preguntaste por Fred o Neville."
Aurora se puso rígida. "¿Debería haberlo hecho? Pensé que los recordaba..."
"Sí" —aseguró su madre—. "Fred fue trasladado a la enfermería. Estoy bastante segura de que Poppy dijo que perdería las piernas."
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Corrigiendo El Destino
FanficLos giratiempos son dispositivos peligrosos, y a los magos y brujas les suceden cosas terribles si se meten con el tiempo. ¿O no? Para Hermione Granger, un accidente que la lleva atrás en el tiempo cambia el curso de casi una docena de vidas, inclui...