El hermano Iván Draguen es joven y todavía es un escudo blanco. Así se les decía a los novatos que aún no habían recibido su bautizo de fuego. Su sargento si lo ha hecho, se encuentra en el barracón IV ubicado a escasos 200 metros de la valla perimetral. Donde su sección yace apostada a la espera de órdenes.
—Abordaje, en teoria— dice el teniente Daemon
—Asegurar la zona de incursión o en su defecto limpiar la zona de presencia enemiga. Posteriormente avanzar en grupos de dos por los estrechos corredores hacia los puntos vitales de la nave véase el puente de mando, la sala de máquinas— respondió Iván —O asesinar al capitán.
—Idiota— responde el sargento Numier. —Asesinar al capitán no inutiliza una nave. Si quieres dejarla parcialmente fuera de combate debes dañar los sistemas de navegación, el puente de mando o en su defecto sobrecargar el motor de salto para que no puedan huir de nuestras naves.
—Entonces dirigirse al puente o en su defecto la sala de máquinas— se corrige Iván
Numier asiente
—Abordaje, en la práctica.
—¿Donde me ubico? — preguntó Iván
—En las barracas de la tripulación.
—¿Junto a la fuerza principal o separado?
—Separado. Solo— agrega Daemon
—En tal caso. Se debe aprovechar el desconcierto producido por el impacto de la cápsula de abordaje, posteriormente se traza una ruta de escape para reunirse con la fuerza principal y se elimina a la mayor cantidad de enemigos que sea posible. De preferencia buscando entablar el combate cuerpo a cuerpo para reducir el gasto de munición y priorizando objetivos armados.Numier vuelve a asentir
—El truco es que no los subestimes— le indica Daemon.—Eres mucho más fuerte que ellos ciertamente pero no todos los enemigos contra los que te enfrentarás son humanos. Algunos xenos fácilmente pueden atravesar las densas placas de blindaje con sus garras o en su defecto cuentan con la fuerza necesaria para desmembrarte con sus propias manos. Mantenlos alejados con armas de largo alcance disparando en ráfagas cortas para evitar el desperdicio de munición y buscando ocasionar el daño traumático maximo. La cabeza y la espina siempre serán una opción ideal, en caso contrario apunta al centro del torzo. Y de nuevo no los subestimes, así sean rebeldes te superan en número ampliamente, muévete rápido hacia el punto de reunión y no intentes nada salvo que te encuentres como mínimo a otros dos hermanos.
—Gran consejo— le dice Daemon al sargento Numier para felicitarlo. Mira a los hermanos que se encuentran en la habitación. —Y lo da un hermano que ha asaltado incontables navíos tanto rebeldes como xenos, veinte, ¿no es así Numier?
—Aproximadamente veintitrés, si me permitís mi capitán— le contesta Numier. —Pero no me apenare si no me lo permite.
Daemon sonríe. Es el tipo de pláticas de las que nunca se cansa.
—Pero te has saltado un consejo en la evaluación práctica— le hace notar.—¿En verdad, señor?— responde Numier sinceramente sorprendido.
—¿Alguien sabe qué es?— pregunta Dirigiéndose al resto de sus hermanos.
Artemis levanta la mano
—Contar la munición— contestaNumier se hecha a reír y se lleva una mano a la cabeza, ¿como pudo pasar por alto algo tan básico?
—Correcto, hermano Artemis recuérdeselo a los demás— le indica el teniente Daemon
—Cuenten la munición, prioricen mantener una distancia prudencial entre el enemigo y ustedes, daño traumático maximo, pero hay que buscar equilibrar el gasto de munición con los daños causados pues en el momento en el que recargas te vuelves un blanco vulnerable— responde Artemis
—¿Por qué?
—¿Por qué si hablamos de navíos siempre hay una gran cantidad de enemigos esperando en cada corredor— explica Artemis
El hermano Zadrack también es un escudo blanco, tampoco ha visto combate real. Cuando el capitán rompe el descanso y los manda a sus labores, aparta al hermano Iván y al hermano Zadrack para hablar con ellos.
Ambos se han sido transferidos hace poco desde las compañías de reserva. Están preparados para cumplir el servicio de noviciado en primera línea de combate pero su despliegue coincidió con el fin de las hostilidades en los mundos Neter. Ambos se sienten agradecidos y orgullosos de tener un puesto en la 5.ª compañia. De servir bajo el mando de Arne Said y de llevar el numeral de la quinta V en el hombro izquierdo.
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La Batalla de Urex
Ciencia FicciónTres siglos han transcurrido desde el final de la "Noche Eterna" la humanidad vive una era dorada de descubrimientos y prosperidad sin precedentes, miles de mundos se extienden a lo largo y ancho de la Gran espiral a clamando las conquistas de viej...