capítulo 18

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★ Una semana después. ★

Todo iba perfectamente en la relación de Jorge y Silvia. Ella lo iba a visitar a la oficina los días que no le tocaba ir, y las veces que sí, no llegaba hacer prácticamente nada, pués se la pasaba con Jorge todo el tiempo y aveces hasta con Perla. Aveces dormían juntos ya sea en la casa de Jorge o en la de ella, o avaces se pasaban la noche haciendo el amor, viendo peliculas o simplemente pasando un momento feliz juntos.

Jorge tenía rato de no saber de Patricia y no es que quiera saber de ella sino que, quería divorciarse ya, se imaginaba el infierno que iba a tener con Silvia si se diera cuenta que está casado y peor aún, que le pidió ser su novia. Dejo pasar el tiempo, igual ya llevaba muchos años separado de Patricia aunque un papel aún los mantenía "unido".

“¿Por qué me haces la vida tan complicada y difícil Patricia, no te bastó con hacerme daño en el pasado. maldita sea.”

De pronto cayó una llamada de la Persona que menos esperaba.

“Maldita sea... maldita sea te invoque con mis malditas palabras.- resopla fastidiado y atiende la llamada de inmediato. ”

Llamada

—¿Que quieres patricia? Vas a darme el maldito divorció ya o que, si no es para eso, no quiero que me dirijas la palabra.- le responde cortante y hasta pedante.

—Si, yo también estoy bien mi amorcito y también te he extrañado.- dice Patricia sarcásticamente.

—Maldita sea, deja el puto sarcasmo para otra ocasión, no estoy para tus mamadas y no me interesa saber como estás, okey.- responde ahora hasta con arrogancia.

—Carajo Jorge ¿Por qué ahora me tratas con la punta del pies?.- pregunta fingiendo un profundo dolor, por sus palabras.- ¿Por qué eres tan hiriente conmigo? me lastimas Jorge.

—Para lo poco que me interesa. Ahora, habla ya, que quiere.- le resta importancia a lo que ella acaba de decirle.

—Estoy afuera de tu casa, ábreme.

Jorge se queda parplejo y se pone nervioso, no por la presencia de ella, sino que le da miedo lo que pueda pasar, si en realidad está aquí, le abre y llega a venir algunos de sus amigos o peor aún, su novia.

—No me jodas, ni creas que te voy a abrir, vete regresando a tu casa.

—Pero Jor...

—O esperá, si es que me traes los papeles ya firmado del divorcio, con todo gusto voy y te abro la puerta, hasta te doy algo de tomar si quieres.- su voz suena tan pedante, que eso molesta a Patricia.

—Maldita sea, cada día te odio más, enserio.

—Tu crees que yo no?.- le pregunta con arrogancia.- cada día te aborrezco más Patricia.

—Me lastimas Jorge.- su voz suena desanimada y hasta en realidad, triste.

_Tu te lastimas sola, al negarte a darme el divorció, ya wey, que no tienes dignidad o que, no entiendes que ya no siento nada por tí, más que odió.

—Okey me rindo.- miente.- déjame pasar para hablar contigo, de esto. Enserio, con todo el dolor de mi alma, te daré el divorció.- miente nuevamente.

Jorge dudo si creele o no y luego de pensarlo por casi media hora, con Patricia aún en línea; corto y decidió ir abrir.

Patricia al verlo abrir la puerta, se acomodo el cabello, el escote de su vestido y se lo subió aún un poco más de sus piernas, dejando muy poco a la imaginación, más allá de ella.

Jorge al verla trago saliva, y no por gusto, sino por pánico. Pero decidió hacerla pasar.

Patricia muy coquetamente pasa por el lado de Jorge,  viéndolo a los ojos con seducción y moviendo sus caderas muy sensual.

una simple coincidencia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora