Que empiece la venganza
NADIA
Me puse el uniforme de cuero, los botines negros, me hice una coleta alta y me de la habitación. Afuera ya estaba Christopher con Adeline en sus brazos.
—Tengo cinco reglas para ti —le dice —. Uno, tienes que ser la primera siempre, dos, no puedes tener novio hasta los cincuenta, tres, tienes que saber pelear, cuatro, tienes que decirme todo lo que hace tu madre.
—¿Makala? —cuestiona la niña—, no quiero saber nada de esa señora.
—Pero que madura —me uno a su conversación, paso por su lado y tomo una manzana del tazón de frutas —, por eso eres la única niña que soporto —le doy un beso rápido en la mejilla y también le doy uno en los labios a Christopher.
—¿A dónde vas? —me pregunta.
—A follar con Bryan —digo con sarcasmo—. Voy a cobrar venganza, ¿Recuerdas que me dijiste que mi lista ya estaba vacía?, iré a terminar el trabajo.
—Llevate mi motocicleta.
Tomó las llaves de la motocicleta y acto seguido salgo de la casa con Bryan detrás de mí, él tiene su maleta en la mano puesto que hoy mismo se va a Colombia, debe instalarse en la central, yo voy una semana después. Nos fuimos a la motocicleta y no aguanto la emoción así que arranco al máximo, Bryan se pega de mi cintura para no caer.
—¡Joder, ve más despacio, mi reina!
—Deja de ser tan llorón —acelero nuevamente —. ¿Estarás bien?
—Claro que si, Alyssa ya se fue, ¿Recuerdas?, estaré con ella.
—Bien, júrame que no le diras a Christian dónde estoy, solo ayúdalo, ¿Si? Sácalo de esas putas drogas y deja que se olvide de mi.
—¿Y la misión de la élite?, Christian y tu son quienes la llevan al frente.
—Lo se, pronto estaré en Colombia. A mí padre tampoco le digas nada.
—Bien —me estacionó en el aparcamiento del Aeropuerto, Bryan baja de la moto y yo lo sigo. Le doy un beso rápido en la mejilla y lo abrazo con toda mi fuerza.
—¿Estarás bien? —me pregunta el a mi.
—Si —contengo las lágrimas antes de que la voz se me quiebre —, soy fuerte. Además solo debo llevar a cabo mi venganza.
—Te amo, Nads.
—Te amo, Bry.
Sin dejar que el miedo o la duda me roben un segundo más, me pongo en marcha hacia esa vieja fábrica donde se esconden los desgraciados que me arruinaron. Me acompaña una sensación de frío en el pecho, pero también un fuego que quema en mi interior. Hoy, pagarán.
El lugar es oscuro y desolado, con el eco de mis pasos resonando en el silencio. Allí están ellos, amarrados, esperando su destino. Saco mi arma, el metal frío entre mis manos se siente como una extensión de mi odio. No hay palabras de advertencia, no les doy el privilegio de escuchar mi voz antes de morir. El primero cae con un disparo al pecho, y luego al rostro. Los otros miran, paralizados, su final reflejado en mis ojos.
Alejandro Guzmán está entre ellos, un traidor al que le tengo reservada una muerte especial. Me acerco, y cuando ve mi sombra, intenta apartarse. No se lo permito. Alzo el brazo y le doy un puñetazo en la cara que lo hace caer al suelo, luego me inclino y golpeo su rostro sin piedad, una y otra vez. Siento cómo su piel se abre, cómo sus huesos ceden bajo la presión de mis golpes. Pero no es suficiente. Lo pateo en el estómago, en las costillas, y él solo puede gemir y suplicar. Cuando ya ha dejado de moverse, lo observo por un segundo antes de apuntar mi arma y dispararle entre los ojos.
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VENGANZA DESEADA [#1 MUJERES INFERNALES: SAGA]
RomanceNadia James es una mujer cuya valentía no se puede encasillar en simples palabras. Es vengativa, egocéntrica, narcisista, malcriada y caprichosa, sí, pero ¿quién no lo sería después de todo lo que ha soportado? Las cicatrices invisibles de su pasado...