Pure Sound Camp •Hansol x Seungkwan•

Un nuevo comienzo.

Cuando las palabras fallan, la música habla.

Una alarma muy ruidosa comenzaba a sonar la mañana de ese lunes, haciendo despertar al somnoliento joven. Al principio parecía que hacia un leve berrinche haciéndose la pregunta: ¿Por qué tengo que levantarme tan temprano? Pero luego recordó que era un día muy importante, salió como un rayo de su cama y se encerró en el cuarto del baño para asearse lo suficientemente bien para sorprender a medio mundo. Hoy era su primer día en el campamento Pure Sound, especializado en la música y en el baile. Amaba ambas cosas y podría mejorar sus habilidades en el campamento. Entre tantos pensamientos que le ponían medio nervioso, salió vestido bastante presentable y bajó con su equipaje. Dejó sus cosas en la sala principal y decidió pasar por la cocina para tomar su desayuno y también tener una charla con sus padres.

- ¡Buenos días, pequeño! ¿Estás emocionado en tu primer día?

Exclamó muy alegre y con muchos ánimos la madre de Hansol que se encontraba preparando el desayuno para su familia. Hansol, al escuchar nuevamente el apodo con el cual su madre lo bautizó, no pudo evitar rodar los ojos y quejarse al respecto.

- Mamá, sabes que ya no soy un bebé . . . Eso le va perfecto a Sofía, ella sigue siendo la bebé de la casa.

Cuando Sofía escuchó lo que su hermano mayor dijo, no le quedó de otra que también protestar ya que ella se consideraba una señorita. Era la típica pelea entre hermanos que no terminaría en nada malo. La madre finalizó la discusión entre ambos mientras dejaba los platos del desayuno frente a ellos. La mañana pasó bastante rápida entre bromas y chistes con la familia que casi se les hizo tarde para salir. Finalmente se encaminaron a dejar a uno de sus bebés en un campamento que duraba un mes, lo extrañarían demasiado pero era algo que el chico deseaba y no podrían negarselo.

- Hansol, prométeme que me llamarás todos los días para saber como te encuentras, ¿me entendiste? Solo es marcar mi número y presionar el botón verde . . . Espero que no te olvides de tu familia, jovencito.

Su madre se preocupaba mucho por el bienestar de su hijo mayor pero también era liberal con él, bastante liberal para dejarlo solo en un campamento por un mes. Hansol asintió con su cabeza a cada palabra que pronunciaba su madre, no le prometió nada pero quizás la llamaría una sola vez al día. Se despidió de cada miembro de su familia que parecía que no lo querían dejar ir. Caminó por el terreno del campamento que a primera vista se veía hermoso, quedaba cerca de un lago que transmitía tranquilidad y había una gran cantidad de cabañas. Pudo divisar a una figura de un chico en una de las cabañas más cercanas, estaba entretenido mirando la pantalla, quizás texteando con alguien. Avanzó su paso hacia la cabaña, quizás el chico podría ayudarle con las direcciones, buscando al principal o tal vez podría ser su amigo. Ya más de cerca pudo notar lo bonito que era, acabó de entrar al campamento y ya tenía competencía, no lo podía creer. Rió ante sus propios pensamientos, acto que sacó de la nube al otro chico presente y algo nervioso guardó su celular para ver al que se reía haciéndose la pregunta de por qué lo hacia.

- Oh . . . ¡Hola! Soy Hansol, es mi primera vez en el campamento, ¿me podrías ayudar a ubicarme?

Mencionó de un modo muy amigable para dar una buena impresión y al parecer había funcionado porque el chico desconocido ya le estaba sonriendo. Abrió los ojos de manera exagerada porque había bajado de la cabaña, dispuesto a ayudarle a cargar con su equipaje, como si se conocieran desde hace muchos años.

- Mucho gusto, Hansol. Yo soy Jisoo o me puedes llamar Joshua, como se te haga más fácil. Seré tu compañero de cabaña junto con dos chicos más. Teniamos planeado en esperarte todos juntos pero surgieron planes y tuvieron que irse, me dejaron solo. ¡Te ayudaré con el equipaje!

Hansol quedó atónito por su amabilidad, pensó que había una gran probabilidad que muchas chicas anden detrás de él y no le sorprendería que los chicos igual. Con la ayuda de Joshua, subió todo su equipaje y se adentraron a la cabaña, guardaron las cosas en sus respectivos lugares y finalizaron con un corto descanso, entablando alguna charla para conocerse mucho mejor.