Capítulo 63 | No eras el objetivo

42 4 19
                                    

Tal vez las situaciones más difíciles nos llevan a tomar caminos complicados. Ahí estaba Zack, teniendo en la mira a Tyler por orden de su jefe, este se ve como que no le está gustando lo que tiene que hacer, pero la muerte de ellos no puede solo ser ignorada; Debe vengarse. Se acomodó en el lugar y él también terminó apuntándole para ver qué hace.

—Señor, usted me dice cuando.

—Ahora, Zack. Disparale en el brazo, pero solo rozalo —Eso hizo. Vieron como Tyler recibió el disparo y como parecía quejarse por ello —Debería matarlo, ¿Verdad? Debería de torturarlo también. Ahora no sé qué hacer. Dile a Tobias que vaya a casa porque necesito hablar con él.

—Como diga, señor.

—Llévame de compras, quiero comprar muchos chocolates, los necesitaré —Zack sonrió un poco y solo pudo asentir.

En el camino Clay no hizo más que mirar por la ventanilla, no tenía porqué sentirse mal, es correcto lo que hizo y más por todo lo que le hicieron. Al menos se merece pasar por un infierno y ni siquiera ha hecho grandes cosas. Aunque, matar a su mejor amigo fue una jugada inteligente para ocasionar su miedo. ¿Seguirá hasta el final? Claro, es lo justo. Ojo por ojo. Tiene razones de sobra para hacer el daño que quiera.

Zack lo llevó al súper, tomó un carrito y metió en este todos los chocolates posibles. Comerlos siempre le ha hecho sentir muy bien. Sonrió cuando se dio cuenta de que Zack le miraba fijamente, cuando lo vio solo giró su rostro y se hizo el disimulado. No estaba funcionando, pero él creía que sí. Tomó algunas cosas más y se fue a pagar.

Llegar a casa después de un día agitado fue algo cansado, lo que le daban ganas de meterse dentro de la tina para relajarse un poco. Zack tocó la puerta de su habitación, en la cual se adentró diciéndole que Tobias ya llegó, le dijo que lo dejara pasar a la habitación y esperó pacientemente a qué lo hiciera.

Este entró con sus ojos llenos de dolor, se acercó con rabia hacia él y Clay solo pudo ladear una sonrisa por su reacción.

—No debiste hacerlo.

—Yo puedo hacer lo que quiera, Tobi. Es más, me fascina que sea de este modo. Mira, te lo estoy poniendo hasta fácil, eh, porque debería es de dispararle en la cabeza o meterlo dentro de mi calabozo para una gran tortura. La familia del victimario se vuelve la venganza de la víctima.

—Clay, por favor, ya no sigas.

—¿Cómo que no? —Rió un poco y tomó asiento en la cama —Qué bella es la vida cuando solo veo esos ojos llenos de pánico. ¿Me tienes miedo? Porque deberías, ¿Sabes? Quizás en este punto estoy siendo amable contigo, pero cuando esa amabilidad se acabe, es claro que voy a torturarte —Se levantó de la cama y se acercó a él, lo tomó del rostro con fuerza y lo miró a los ojos —. No tendrás una vida feliz. No mientras yo exista.

—Clay...

—Qué lindo eres Tobias, pudiste engañarme muy bien, hasta podría decir que tu piel de un puto asesino como carnicero, claro que ha sido una gran cereza. Debiste asegurarte de que estaba muerto también.

—No eras el objetivo.

—¡Pero me destruiste!

—¡Lo sé! No fue mi intención. Ahora la vida me está castigando.

—Quiero que apuñales a Adriel.

—¿Qué? Eso no va a pasar —Clay volvió a tomarlo del rostro y le colocó su arma en el mentón mientras que lo mira con seriedad —. Clay, ya mataste a mi mejor amigo y le disparaste a mi hermano. ¿Qué más quieres de mí?

—No es suficiente, no estás destrozado. Te quiero casi sin poder respirar, quiero que me supliques como yo lo hice. Quiero que te arrodilles ante mí, porque te juro Tobi, que no descansaré hasta verte hecho polvo. Así que, irás y apuñalarás a tu chico. Se ve que es alguien muy lindo de personalidad, es una lastima que tengas que hacerle esto.

Bajo Mi Infierno Donde viven las historias. Descúbrelo ahora