Zhou Guanyu se había estado sintiendo mal por semanas. La temporada era agotadora, sí, pero esto iba más allá del cansancio de las carreras. Cada mañana, apenas abría los ojos, un malestar intenso lo invadía, y justo antes de salir a pista, la ansiedad y el asco que sentía parecían aumentar. No quería preocupar a Valtteri; después de todo, él ya tenía suficiente con la presión de cada carrera y sus propios compromisos. Así que, cada vez que las náuseas llegaban, se las arreglaba para disimular y poner su mejor cara. Pero en silencio, algo dentro de él no dejaba de alarmarse.
Una mañana, mientras Valtteri aún dormía profundamente, Zhou decidió salir en secreto. Sin decírselo a nadie, tomó su chaqueta y se dirigió al hospital cercano. Pensaba que era solo una revisión de rutina; tal vez una pequeña descompensación. Pero conforme el doctor hacía las preguntas y realizaba las pruebas, Zhou comenzó a sentirse inquieto. Después de un rato, el médico regresó con una expresión algo seria.
—Señor Zhou, creo que será mejor que se tome asiento —dijo el doctor, mirándolo con una mezcla de sorpresa y suavidad.
Zhou obedeció, su corazón latiendo cada vez más rápido.
—¿Qué pasa, doctor? ¿Es algo grave?
—No es grave, pero... sí es una noticia importante. Después de los análisis, encontramos algo. Señor Zhou, está embarazado.
Zhou sintió como si el mundo se detuviera. La palabra "embarazado" retumbaba en su mente una y otra vez. Era imposible. ¿Embarazado? Su boca se abrió ligeramente, pero no podía articular palabra. El médico lo miró con comprensión, dándole unos segundos para procesar la noticia.
—Sé que es algo... inesperado, pero su salud está bien. Le recomiendo descansar y asegurarse de que reciba los cuidados necesarios. Esto podría ser difícil en un entorno como el de usted, pero sería lo más recomendable.
Zhou asintió débilmente, sintiéndose incapaz de responder algo coherente. Sin esperar a que el médico dijera más, se levantó, salió del hospital casi en trance y regresó al departamento. Al llegar, encontró el lugar vacío; Valtteri había salido para una reunión suponia. Zhou se dirigió a la habitación y se dejó caer en la cama. Apenas tocó las sábanas, las lágrimas comenzaron a fluir.
Todo lo que había logrado, los años de sacrificio, la lucha constante por un lugar en la Fórmula 1... ¿y ahora qué? Su vida parecía haberse convertido en un caos que no podía controlar. Estaba feliz, tener una familia era uno de sus mas grandes sueños pero no se lo esperaba. Apretó la almohada contra su rostro, llorando en silencio, hasta que el agotamiento emocional comenzó a apoderarse de él.
Mientras tanto, Valtteri llegó al departamento unos minutos después. Apenas abrió la puerta, notó el silencio en el ambiente. Se acercó lentamente al dormitorio y, antes de entrar, escuchó un sollozo. Zhou estaba llorando.
—¿Zhou?" —susurró Valtteri, preocupado, al tiempo que entraba y lo veía hecho un ovillo sobre la cama, cubriéndose el rostro con las manos —. Cariño, ¿qué sucede? — Zhou no respondió.
Las palabras estaban atrapadas en su garganta. No quería mirar a Valtteri; estaba demasiado confundido, demasiado asustado.
—Amor, ven aquí —dijo Valtteri con ternura, acercándose a la cama y sentándose a su lado. Colocó una mano suave en la espalda de Zhou, acariciándolo para tranquilizarlo—. No tienes que decirme nada si no quieres, solo... solo quiero que sepas que estoy aquí, que no tienes que pasar por esto solo.
El tono de Valtteri era tan suave, tan protector, que hizo que Zhou sintiera un calor reconfortante en su pecho. Aun así, las lágrimas no cesaban. Valtteri lo rodeó con sus brazos y lo atrajo hacia él, susurrándole palabras cariñosas mientras lo acunaba en su pecho.
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A New Race Begins
FanfictionLa razón por la que Zhou y Bottas dejaron por tiempo indefinido la formula 1