La cosa estaba así. Jason y el mariscal de campo del equipo de fútbol americano del internado -o más conocido como señor popular- eran amigos de la infancia, eso lo convertía a él en uno de los populares. Si antes era irritante no me imaginaba después de eso. Pero ese no era el asunto, el "plan'' era que Jason tenía que estar en ese círculo para obtener información de quienes fueron los responsables de la broma y luego hacerlos pagar. ¿De qué manera? No sería una sorpresa si se los cuento ahora.
El día estaba terminando y al día siguiente empezarían las clases. Julie y yo pasamos toda la tarde juntas mientras me enseñaba el internado, nos conocíamos mejor y hablábamos de temas al azar. También me había inscrito al equipo de animadoras y las pruebas eran ese mismo viernes.
A eso de las seis de la tarde regresé a la habitación a organizar todo para el siguiente día, pero nunca me imaginé lo que iba a encontrar.
Jason. Cama. Ropa en el suelo.
Y no es lo que piensan, no estaba follando.
Yo había elegido la cama que quedaba frente al baño -por alguna emergencia de media noche-pero el idiota de Jason había tirado todos mis peluches y sábanas a la otra cama. Había sacado la ropa -que tanto trabajo me tomó acomodar- del closet y la había tirado en el suelo.
-¡Pero qué es lo que te pasa!- Grité sobresaltando a Jason que se encontraba en MI cama mirando una revista, de esas.
-¿A qué te refieres?- Habló totalmente sereno.
-¿¡Por qué todas mis cosas están desordenadas y tiradas por ahí!?- Grité señalando a todas partes.
-No tenías derecho a escoger cama primero, ya que yo llegué a la habitación antes que tú. A demás, no me dejaste espacio en el closet para acomodar mis cosas- Soltó todo de golpe cual nena puberta.
-Quiero esa cama- Lo señalé- Y todo el closet- Seguí hablando desafiante.
-¿Y qué vas a hacer para tenerlos, eh Jessie?
-Sé cómo ensuciarme las manos- Dije y me crucé de brazos.
-Hagamos un trato- Se sentó en la cama luego de un suspiro- Quien consiga besar más personas del sexo opuesto desde ahora hasta las...- Miró el reloj en su muñeca- Hasta las nueve de la noche, se queda con el closet y la cama.
-¿De verdad vamos a hacer algo tan infantil Jason?- Hablé sarcásticamente.
-¿Tienes miedo de perder Jessie?
-Acepto- Dije poniéndome seria luego de encogerme de hombros.
-Muy bien, muy bien. Y para hacerlo más... interesante- Se levantó de la cama y se acercó a mí-, el perdedor tendrá que hacer todo lo que el ganador diga por una semana.
-Perfecto- Mi tono desafiante volvió- Pero cómo sabremos que el otro no está diciendo mentiras respecto al número de personas que besó ¿Eh?
-Sencillo: cada beso que demos, lo grabaremos en video- Dijo como si fuese tan normal como respirar.
-Bien- Dije restándole importancia.
-Bien- Jason respondió severo.
-Bien- Dije aún más severa.
-¡Bien!- Levantó la voz.
-¡BIEN!- Yo la levanté aún más y Jason besó la punta de mi nariz rápidamente.
-¡Iugh!- Exclamé tapándome la nariz mientras levantaba la rodilla y golpeaba a su amiguito. Él se tiró al suelo retorciéndose de dolor- Bien- Le susurré al oído y luego salí de la habitación.
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Iugh.
Humor-Te apestan los pies. -A ti la axila. Tal vez este sea el inicio de la hermosa historia de Shrek y Fiona, o de la más grande y genial amistad... Aunque también puede ser una bomba desastrosa. La idea principal de esta historia NO es mía, es de la a...