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- Cuídate Os, igual, mañana a la misma hora - dijo Dan, recogiendo sus cosas.

- Entendido Dan, gracias, hasta mañana - dijo Oscar, quien ya estaba afuera de su oficina, y su rostro cambió por completo al ver a Sam - Hola...

- Hola guapo - dijo Sam, quien caminó hacia donde estaba su novio, dándole un beso en la frente y abrazándolo - ¿Listo para irnos?

- Me encantaría - dijo Oscar, y sin esperar algo, ambos caminaron, desapareciendo del campo visual de Dan, quien hasta ahora había logrado camuflar su molestia con lo ocurrido ese día.

Por un lado, el haber topado pared por el reglamento del lugar, y segunda por el comentario que le hizo Jaekyung. Hasta ahora todo iba bien entre ellos, pero fue solo cosa de que él mencionó su idea de que se pudiese inscribir en natación fue el detonante.

Recordaba perfectamente cómo el semblante de Jaekyung cambió después de aquel comentario, como si lo hubiese hecho con la intención de recordarle sus cosas de gloria, alejado de su gimnasio y de miles de sacos de boxeo que los que podía disponer como juguetes si los llegaba a romper. Lo último que pensaba hacerle a Jaekyung era lastimarlo, y lo último que pensaba que haría en este punto era lastimarlo también.

Y todo eso era una mezcla de amargura, enojo y frustración en su pecho, una amalgama de esas emociones.

- Deja de pensar en ello Dan, hoy solo piensa en llegar a casa - dijo Dan, sus ojos denotaban un gran cansancio, normalmente ese era el día en el que tenía más pacientes, y debía estar al tanto de los que se pudiesen requerir de atención médica - Solo quiero dormir... Y olvidarme de que esté día ocurrió...

Y sin más que decir, el ojimiel se colocó su abrigo y salió del lugar, despidiéndose de todos los que aún seguían ahí, Alex ya se había ido.

Dan caminaba por las calles húmedas y frías, con la mente nublada por la reciente discusión con Jaekyung.

El eco de las palabras hirientes de ambos todavía resonaba en su cabeza, y la frustración le pesaba en el pecho como una piedra.

Sentía como si estuviera atrapado en un laberinto sin salida: limitado en el centro, donde ni siquiera podía usar los métodos que creía necesarios para ayudar a Jaekyung, y ahora parecía estar enfrentando el inminente colapso de una relación que alguna vez lo llenó de esperanza.

Suspiró, apretando las manos en los bolsillos de su abrigo, mientras sus pasos resonaban en la acera mojada. Había intentado con todas sus fuerzas encontrar un equilibrio entre sus responsabilidades como fisioterapeuta y sus sentimientos por Jaekyung, pero ahora no estaba seguro de nada.

Había pensado que el cambio en Jaekyung era genuino, que quizá podían construir algo más allá de la relación médico-paciente. Sin embargo, esta noche había quedado claro que seguían arrastrando fantasmas que les impedían ver el mismo horizonte.

Al llegar a una esquina, se detuvo un momento, mirando las luces de los autos pasar. La lluvia comenzaba a caer de nuevo, pero Dan apenas se dio cuenta. Todo lo que quería era llegar a casa y dormir, cerrar los ojos y que, al menos por unas horas, pudiera olvidar el peso que lo hundía. Cada gota que caía parecía lavar, poco a poco y con un inútil esfuerzo, cualquier esperanza que alguna vez había tenido en Jaekyung y en lo que podrían haber sido juntos.

Dan siguió caminando bajo la lluvia, como si de algún modo esta fuera un reflejo de su propia tormenta interna.

Había invertido tanto en la idea de ayudar a Jaekyung a recuperar su fuerza, su habilidad, y en el proceso, se había permitido imaginar un futuro juntos, donde ambos sanarían las heridas que cargaban. Pero ahora, con cada paso, esas ilusiones parecían disolverse bajo el agua.

[FANFIC/AU] Prometo Hacer Las Cosas Bien: ACTO II (Jinx)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora