Capítulo 9

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Los espectadores se dispersaron mientras los tres caminaban hacia descansar bajo un árbol.

"¿A qué Lu Yao te refieres?" En la aldea de Lujia, había más de ochenta hogares, todos con el apellido Lu, por lo que era inevitable que algunos compartieran el mismo nombre.

"No me llames 'benefactor'. Mi nombre es Zhao Beichuan y vivo en la aldea Wangou. Nuestras aldeas no están muy lejos una de la otra; llámame simplemente Da Chuan".

Lu Xi dijo: "De hecho, no estamos lejos. Incluso tengo parientes que viven en tu pueblo".

Zhao Beichuan: "El Lu Yao del que hablo vive en el extremo occidental del pueblo. Su padre se llama Lu Guangsheng y tiene un hermano mayor llamado Lu Lin, que tiene un pequeño problema en la pierna".

Al escuchar esto, Lu Xi confirmó: "¡Ah, te refieres a ese muchacho!"

"¿Qué clase de persona es él?"

Cuando se mencionó a Lu Yao, a Lu Xi le resultó difícil describirlo: "Nuestras familias son vecinas y crecimos juntos. Él... ¿Cómo decirlo? Si quieres ser amable, dirías que es un malcriado. Si quieres ser franco, es perezoso y de mal carácter, sin casi ninguna cualidad redentora excepto su buena apariencia".

Zhao Beichuan sintió una sacudida en su corazón.

Cuando le pidió a la casamentera que le buscara una esposa, estaba claro que quería a alguien de personalidad amable, alguien que no necesitara ser bella, pero que pudiera administrar bien la casa. ¡Cómo se había equivocado tanto!

Lu Xi continuó: "Lu Yao cayó gravemente enfermo cuando era joven y casi pierde la vida. Su madre lo adora, por lo que no hace ningún trabajo en casa. Duerme hasta el mediodía y a menudo intimida a sus dos hermanos menores..."

El rostro de Zhao Beichuan se oscureció mientras escuchaba, su corazón se apretó, deseando poder volar de regreso a casa para ver a sus hermanos.

"Además, no se ha casado en años. Hay rumores de que está involucrado con un erudito de la ciudad, aunque no conocemos los detalles. Sin duda no es una buena situación".

El padre de Lu Yao, que había permanecido en silencio, no pudo evitar hablar: "Joven, ¿por qué preguntas por él? No estás planeando casarte con él, ¿verdad? Escucha el consejo de un anciano: el carácter y la personalidad importan más que la apariencia. Ese chico, aunque guapo, no es un buen partido".

Zhao Beichuan dudó, sabiendo que era demasiado tarde. Ya había traído a Lu Yao a casa. ¿Podría echarse atrás?

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Mientras tanto, sin darse cuenta de que lo estaban criticando, Lu Yao tarareaba una melodía mientras guiaba a los dos niños a la aldea de Lujia.

"Cuñada, ¿Dónde vive tu familia?"

Lu Yao señaló a lo lejos: "¿Ves ese gran sauce? La puerta de madera que está al lado es nuestra casa".

Al oír esto los dos niños corrieron hacia delante.

"Disminuye la velocidad, no tropieces". Lu Yao aceleró el paso y pronto llegó a la puerta principal.

Llamó a la puerta y salió un niño bajito. Era su quinto hermano, Lu Miao, de doce años.

Al ver a Lu Yao, el niño se puso pálido y corrió hacia adentro.

Zhao Xiaonian preguntó con curiosidad: "Cuñada, ¿Por qué no nos saludó?"

Lu Yao se frotó la nariz torpemente. El cuerpo original tenía una mala relación con sus hermanos menores debido a su naturaleza dominante, lo que a menudo conducía al acoso.

Marido, Déjame Sentir Tus AbdominalesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora