Entramos a la discoteca y Audrey me da la mano para no perdernos entre toda la multitud mientras que veo como Alexander, ahora Krov se va hacia el baño. Miro hacia delante y Audrey está yendo hacia la barra donde la espera Lucas, su ligue o lo que sea eso que tienen que saben ni ellos lo que es. Audrey saluda mientras yo lo ignoro por que no lo soporto y busco al camarero con la mirada e intento que me atienda pero pasa de mi hasta que aparece uno y me sirve un cubata. Le doy el primer trago y al instante noto que me han dado garrafón. Me lo intentó acabar rapido por que Mr. Fantasma, mote que yo misma le puse por que aparece cuando quiere y cuando le conviene y Audrey se están succionando la boca como aspiradoras y prefiero irme a bailar. Dejo el vaso en la mesa y voy directa a la pista y comienza a sonar una de las canciones que motiva a cualquiera a bailar en las fiestas. Agachate. Voy bailando la canción perreandole hasta el suelo y moviendo las caderas al ritmo de la música hipnotizando a varios hombres hasta que me aburro y veo como se me ha quedado el pelo. Voy camino al baño mientras la gente chilla y baila a mi alrededor. Ya en el baño saco mi peine del bolso y comienzo a retocarme el pelo con cuidado de no deshacer los rizos. Cuando termino guardo mi peine y salgo del baño para encontrarme de frente con la imagen de Krov metiéndose coca. Sabía que estaba en una etapa de rebeldía pero ¿meterse coca? El enfado me corría por las venas por que había dicho que iba a conducir el, entonces que hace metiendose coca? Que quiere? Provocar un accidente de coche o que? Camino firme y directamente hacia él sin saber que voy a decir, solo se que estoy enfadada.
-Alexander Romanov que cojones haces metiéndote coca teniendo que conducir?
-Relájate mamá.- Soltó el riendo cosa que me hizo enfadarme más. Que coño hacia? Osea me niego a que alguien que se acaba de meter coca me lleve a casa.
No otra vez.
Al ver que pasaba de mí, así que le agarre la mano y me lo lleve a un lugar con menos gente.
-¿SE PUEDE SABER QUÉ COÑO HACES? TU MISMO DIJISTE QUE TU NOS LLEVARÍAS OSEA METETE POR LA NARIZ LO QUE QUIERAS PERO NO LO HAGAS SI LUEGO VAS A PONERME A MI A MI MEJOR AMIGA EN PELIGRO PEDAZO DE IMBÉCIL!- Le chille con toda la rabia acumulada, si se pensaba que iba a dejar esto pasar para que se volviera a repetir aquella noche, no otra vez.
Krov me cogió del brazo y me arrastró a la salida de emergencia que llegaba a un solitario callejón.
-A mí no me vayas a chillar así, no quieras arrepentirte Elizabeth Black.
-A mi no me amenaces Alexander Romanov, te arrepentirás.
El se rió y yo aproveche y desenvaine dos de mis dagas y le coloque una pegada a la garganta y la otra tocando sus huevos, me acerque a él y le mire a los ojos.
-Quien se arrepentiria ahora mismo de joder al otro, por que yo diria que te tengo cogido por los huevos.
-Así que la chica con cuerpo, cara bonita y traumas es más que eso, no Elizabeth? ¿O prefieres Eliza?-Él hacía fuerza hacia mi así que le hice un pequeño corte en la garganta mientras le miraba con los ojos llenos de rabia. Me conocía a mi misma, y conocía el trato que tenían mi familia y la suya y no lo quería arruinar. Cogí mi daga con más fuerza que nunca y la clavé a la pared a menos de un centímetro de su cabeza. Fui caminando lo más rápido que pude y cuando llegué a su coche. Audrey estaba allí esperándome en la puerta mientras intentaba cubrir el cuerpo con los brazos y su pelo rubio que le llegaba hasta un poco más de los hombros le brillaba como si fuera oro y le hacía juego con sus ojos color miel que hacían que pareciera un cervatillo asustado.Le había robado las llaves del coche al gilipollas del Krov. Abrí el coche y entramos, Audrey me conocía más que nadie y sabía que en ese momento lo último que quería eran preguntas. Acelere y fue un camino muy incómodo. Dejé a mi amiga en su casa y me fui a un sitio que conocía bien.
Las carreras ilegales de coches.Estábamos en un descampado con una especie de circuito, sitios donde comprar alcohol, el sitio donde se suelen meter coca o mierdas de estas y luego donde hay un montón de gente bailando, altavoces a tope y los coches alrededor.
Me baje del coche y fui directa a donde hay que apuntarse para participar.
-Apúntame a mí conduciendo un Lamborghini Urus.
-Ya están cerradas las carreras, bombón.
-He dicho que me apuntes, y como me llames bombón otra vez te corto los huevos y hago sopa de picadillo con ellos para que se la coma tu familia.-Veo como el hombre suelta una risa y me apunta.
-Corres como primera si ganas y lo haces bien como última, quiero ver correr ese coche.
Asiento y me voy donde el coche hasta que es la hora de la carrera.
Escucho como nos dicen que nos subamos a nuestros coches y obedezco montándome en él y atándome el cinturón, no quiero más accidentes, ni más cicatrices, ni mas personas muertas.
El rugido de los motores me envuelve como un trueno. Mis manos están firmes en el volante, y mis dedos tamborilean al ritmo de la adrenalina que me recorre. A mi alrededor, otros coches vibran en la oscuridad de la noche, cada uno con sus luces encendidas y los pilotos ansiosos de lo que está por venir. Todo el mundo está aquí; los aficionados, los que apuestan, y aquellos que solo buscan algo de emoción. Las sombras de la noche ocultan sus rostros, pero sé que me están observando. Y eso solo hace que mi corazón bombee más fuerte.
ESTÁS LEYENDO
Más que un trato
RomanceElizabeth Black y Alexander Romanov. Hijos de los jefes de la mafia. Les gusta sentirse vivos. Tienen secretos que nadie sabe.