Entre La Mafia Italiana

capitolo sei

📍 Calabria

Felix

—¿Que tengo que hacer para que me dejes ir? Si lo que quieres es volver a tener sexo conmigo, con gusto te complacere —su agarre en mi cintura es firmé, acercando su rostro a mi oído susurró:

—Tendre sexo contigo las veces que yo quiera, y eso no significa que te dejaría ir. Así que pórtate bien, si, no queremos que tú bello rostro salga herido.

—Si por supuesto, coloque mis brazos al rededor de su cuello acercándome a él, su manos rápidamente me acercaron a su cuerpo chocando nuestras entrepierna. —Deseo tanto que eso ocurra, que quiero que me preñes.

—Es eso lo que deseas, Pero sabemos que es imposible

—Asi como tu y tus sueños de volver a tenerme. —guiñandole un ojo me safe de su agarré.

—Me encantan los juegos. —dandome una leve sonrisa grito el nombre del hombre anterior.

—Amore mio, Minho estará a tu servicio.

<<Claro, lo que me faltaba>>

Luego de darme una última mirada, abandono la oficina. Dirijo mi mirada a ese hombre, que hace que mi sistema sufra de ondas eléctricas.
—Asi que él chico secuestrador se llama Minho, lindo nombre para una persona horrible. —Le di una sonrisa de dientes antes de caminar hacia la salida, deteniendome por su repentino habla.

—Y tu tienes un hermoso cuerpo para una personalidad horrenda, bruja. <<Me dijo...>>

dandome la vuelta lo quede viendo con la boca abierta por lo indignado que estaba —Ja, me acabas de decir bruja.

—Tienes buena audición, andando, bruja —susurro al pasar al lado mio

—Imbecil, trotando lo alcance, bajando las enormes escaleras pude observara una fila de hombres vestidos de trajes y mujeres vestidas de sirvientas.

—¡Ascolta attentamente!

<<porque les tiene que cambiar la voz al momento de cambiar de...>>

—¡Mostra rispetto alla signora Hwang!

<<¿Qué?>>

Todos los presentes inclinaron la cabeza para luego inclinarse
—¡Benvenuto signor Hwang!

—No habla italiano así que es mejor que hablen su idioma.

—Ah... Yo, hola...

—Bienvenida nuestra amada señora

—Señor cof... cof... —jugaba con mis manos en este incómodo momento

—Mia signora todos estos aquí presentes estarán a su servicio, para lo que necesite y desee, el que le falte al respeto o se digne a contradecirlo aviseme y lo matare por usted.

—¿Qué?, yo... —quede viendo a Minho esperando una señal, dándomela carraspie.

—Espero que todos sean buenos en sus que haceres.
—pude notar como se contuvo la risa. Maldito

—Bien espero que tengan en claro lo que pasará en ahora en adelante.
Vamos.
—siguiendolo pude ver cada hombre inclinarse cuando yo pasaba.

—¡Espero que todos sean buenos en sus quehaceres! —remedando mi voz se echó a reír

—Anda ríete, imbécil, que se suponía que dijera. Es tan incómodo "señora" acaso no ven que... ¡Ahhh!

—Ahora lo sabes —acorralandome en una la pared su rostro se acercó al mío
—Tienes alguna idea ser nombrado así. Ese título te da poder, así que espero que te vayas acostumbrando a todo esto, bruja.
—mis mejillas están calientes, mi corazón bombeaba rápidamente mi ojos miraban eso lindos labios...

—Me encantaría besarte aquí mismo y luego hacerte el amor Pero, tengo cosas que hacer.

—¿Qu-que? —mis ojos miraron los suyos
—Te encargaras de tu propio tour verdad.
Muy bien entonces hasta pronto.
—Dejándome atrás, suspiré, estos hombres algún día... No en qué piensas Felix.

—Mi señora, le gustaría que le mostrará la casa. —una joven muchacha estaba al raz de las gradas con su cabeza gacha esperando mi respuesta.

—Me encantaría, cuál es tu nombre

—Ryujin mi señora

—Bueno Ryujin muéstrame mi nuevo hogar. <<Hogar, este lugar está más lejos de ser mi maldito hogar>>

[...]

—"Vijila todo lo que hace, todo lo que dice, y sobre su amigo encárgatede él y saca a la maldita policía de ésto"
Suspirando arrojo el celular al escritorio. Mirando a su hombre dijo:

—Habla

—No te molesta que juegue con él cierto

—Quieres jugar, adelante, miremos quien se queda con el troso de carne.

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