✨ Epílogo ✨

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En una serie de cartas que nunca pensé enviar, escribí sobre cómo mi vida se llenó de color gracias a él. Cada día, su presencia era como un pincel que trazaba nuevas tonalidades en mi mundo gris. "Es bueno amar muchas cosas, pues en ello reside la verdadera fuerza, y quien ama mucho realiza mucho, y puede lograr mucho, y lo que se hace en el amor está bien hecho", reflexionaba en el silencio  inspirada por las palabras de Van Gogh.

Durante años, guardé en silencio mi amor, temerosa de que al revelarlo, el hechizo se rompiera. "Se puede tener, en lo más profundo del alma, un corazón cálido y sin embargo, puede ser que nadie acuda a él", pensaba mientras observaba cómo él iluminaba mi vida sin saberlo. Pero el tiempo, con su sabiduría, me enseñó que "el amor siempre trae dificultades, es cierto, pero da energía".

Finalmente, un día, decidí que ya no podía seguir ocultando mis sentimientos. "¿Qué sería la vida si no tuviéramos el valor de intentar cosas nuevas?" Solía decir Van Gogh, Mi mejor amiga me dió el valor para decirme a mi misma que era hora de dar el paso.

Ahora, juntos, luego de un largo viaje, con diversos altibajos, vivimos una vida llena de amor y color, sabiendo que “no hay nada más artístico que amar verdaderamente a alguien”. Mis días están llenos de pequeñas alegrías y grandes emociones, y cada carta que le escribí en el silencio se ha convertido en un testimonio de mi amor eterno. “Es bueno amar tanto como se pueda, porque ahí radica la verdadera fuerza, y el que mucho ama, realiza grandes cosas”.

Y así, nuestra historia, que comenzó en el silencio de mi corazón, encontró su voz en el amor compartido, demostrando que “la conciencia es la brújula humana” y que, al final, el amor verdadero siempre encuentra su camino.

Tan bonito como los cielos de Van Gogh Donde viven las historias. Descúbrelo ahora