Capítulo 27

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Concluida la ceremonia de izado de vigas, llegó el momento de comenzar la fiesta.

Los hombres se reunieron alrededor de tres mesas, mientras que las mujeres y sus maridos con niños se sentaron en dos mesas, cada una llena de siete u ocho personas.

Las mesas prestadas eran pequeñas, aproximadamente a la altura de la rodilla para los adultos, y la mayoría de la gente se sentaba en bancos, aunque algunos usaban taburetes de madera o incluso piedras. No se sabía con certeza si en las ciudades más grandes se usaban mesas y sillas más altas.

A medida que traían los platos uno por uno, todos cogían con entusiasmo sus palillos y comían hasta que sus bocas estaban grasosas.

No se exagero al decir que esta comida fue como una batalla. Los palillos chocaban mientras intentaban meter cada trozo de carne en sus propios cuencos.

No existía el concepto de cortesía ni de etiqueta; rara vez tenían la oportunidad de comer algo aceitoso durante el año, por lo que aprovechaban al máximo esta oportunidad para llenar sus estómagos.

Lu Yao temía que los dos niños no comieran carne, por lo que guardó de antemano dos patas de pollo para Xiaonian y Xiaodou en la cocina.

No sólo comieron más carne de lo habitual, sino que también acabaron con todas las verduras, especialmente los huevos revueltos con puerros y el tofu mezclado con cebolletas. Mientras comían, elogiaban: "Me pregunto qué esposa preparó estos platos hoy. ¡Sus habilidades son lo suficientemente buenas como para abrir un restaurante!"

"Es el marido de Zhao".

"¡Vaya, Da Chuan, tienes suerte!"

Zhao Beichuan asintió y se giró para mirar a Lu Yao, que se había arremangado y estaba peleando con un grupo de mujeres por el trasero del pollo, lo que lo hizo reír.

En su vida pasada, Lu Yao nunca había comido cosas así. Cuando su familia cocinaba, él nunca las veía. Pero los tiempos habían cambiado y había oído que la cola del pollo era rica en grasa, lo que proporcionaba una explosión de aceite en cada bocado. ¡Necesitaba fortalecer su delgada figura!

La comida duró desde el mediodía hasta la tarde. Las mujeres y sus maridos se marcharon al terminar sus comidas, quedando sólo dos mesas de hombres bebiendo sin parar.

La madre de Lu, junto con Lu Yun y Lu Miao, ayudaron a limpiar las mesas y lavar los platos. Hoy, habían venido miembros de su familia, excepto su segunda nuera, Hu Chunrong.

Quizás todavía guardaba resentimiento por conflictos anteriores, pero Lu Yao no le prestó mucha atención.

Después de limpiar, la madre de Lu les pidió al Tercer Hermano y al Cuarto Hermano que llevaran a Xiaonian y Xiaodou a jugar, mientras ella llevaba a Lu Yao a la cocina para una charla privada.

"¿Cuánto costó esta comida? Vi bastante carne en esos platos", dijo la madre de Lu con expresión preocupada.

"No mucho, todo fue organizado por Da Chuan".

"Oh, tu padre me ha contado que estás vendiendo tofu. ¿Cómo va eso?"

Lu Yao señaló los sacos de frijoles apilados detrás de él. "Va bien, pero hemos estado ocupados construyendo la casa últimamente, por lo que ha habido retrasos ocasionales".

"Realmente puedes soportar las dificultades. Cuando tu padre lo mencionó por primera vez, pensé que estabas bromeando otra vez".

"Mamá, no me juzgues siempre por mi pasado. Tu hijo ha cambiado mucho".

La madre de Lu lo miró de arriba abajo. "Has cambiado mucho, estás casi irreconocible".

Lu Yao se sorprendió, pensando que podría haber notado el cambio dentro de él.

Marido, Déjame Sentir Tus AbdominalesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora