La Batalla de Urex

Fortaleza y Estrategia

—Pedi unirme a la fuerza permanente en Urex— Dice Meter Tarvic
Por primera vez desde que se ha reunido, Aterion nota una cierta sensación de incomodidad en su hermano.

Y por primera vez reflexiona sobre el hecho de que nunca lo había visto de esa forma. Aunque en apariencia similares Tarvic y Aterion no podrían ser más diferentes. Y puesto que los hermanos son diferentes chocan entre ellos pero ello nunca les ha supuesto un problema mayor. Aterion de carácter enérgico siempre se ha caracterizado por guiar a sus hombres en acciones hozadas que por lo general resultan en masacres que terminan por romper la voluntad del enemigo. Por otro lado a Tarvic se le describe como un analista por excelencia, experto en identificar vulnerabilidades y usarlas en el momento oportuno, Tarvic es más bien un estoico. A quien sus hombres relataran que rara vez le vieron sonreír. Aunque si se busca una descripción precisa de cómo era Meter Tarvic no hay mejor fuente que el centurión Aterion.

Meter Tarvic y Aterion Tarvic se encuentran en una cubierta de observación que se extiende frente a las plataformas de inmovilización que yacen en la periferia del ascensor Romulus. Se han saludado el uno al otro con afecto y han pasado todo el día supervisando la llegada y distribución del traslado de efectivos y equipo desde los navíos de la 1ª compañía al mando de Aterion hasta los bastiones en la periferia de Nova Roma.

Son semejantes: semejantes en estatura, semejantes en rango, uno severo y otro jovial, como si los hubiesen sacado de la misma cadena de montaje pero los hubieran educado diferente.

—Hermano— Comenta Meter Tarvic con incertidumbre
—Te escucho, hermanito— responde Aterion
—Tenemos un vínculo especial incluso entre los capitanes— agrega Tarvic. — por lo que somos un caso peculiar...
Aterion se echa a reír
—Ciertamente así es— comenta Aterion. —Supondré que Julius está de acuerdo.
—Lo está.

—Así como lo está con el mío— agrega Aterion.
Tarvic se muestra visiblemente sorprendido. —Me designó de inmediato como encargado de las fuerzas designadas en Nova Roma.

—Hermano ese es un honor similar a ser nombrado centurión, ¿como puedes decirlo con tal indiferencia?. —Exclama Tarvic cogiendo a su hermano del hombro.

—Es solo un título sin más, claro que es un honor poder servirle a nuestros hermanos de armas pero realmente no veo por que habría de cambiar mi forma de ser.— responde Aterion. —Además mamá no me perdonaría si se enterase que te deje a tu suerte.
—No necesito que me cuides, sabes que soy tan competente como tu— reclama Tarvic.
—Lo sé mejor que nadie e incluso el centurión Julius lo sabe, así como sabe que nuestras compañías funcionan mejor cuando se combinan en operaciones conjuntas.— exclama Aterion interrumpiéndole.—Juntos somos fuertes.

Tarvic asiente, no lo demuestra pero tras su mirada severa se siente muy aliviado por fin pudo hablar con su hermano sin rodeos además tras varias horas de haber estado juntos finalmente pudieron hablar de aquel asunto que tanto le inquietaba. Pues tras un carácter frío y analítico Meter Tarvic amaba mucho a su hermano.

—Creo que somos las mejores compañías en el capítulo— comenta Aterion.—No me extraña que nos veamos abriendo el camino para la llegada de la cohorte.

Caminan a lo largo de la cubierta, bajo los inmensos arcos ornamentados que sostienen el techo recubierto por paneles reforzados.
—La cohorte se encuentra en época de cambio. El sector se expande. Nuevas colonias se fundan en los límites próximos al sistema kalicnea lo que dará pie a que el sector comience a poblar la frontera con el sector Galantis. ¿Tienes idea de lo que ello significa?

—Con la unión de Galantis el sistema tendrá conexión directa con los mundos forja de Varren y Odessa. Lo que nos dará acceso directo a las tecnologías más avanzadas que tienen para ofrecer las forjas de las colonias exteriores.— responde Tarvic

—Exacto, es evidente que el Legatus Dante ve en Urex la piedra angular del sector, una pieza clave para la expansión hacia los sistemas fronterizos del sector Galantis. Por ello es tan importante nuestra misión, Urex por si solo es una fortaleza de cuidado, capas de sobreponerse a la mayoría de las amenazas que la galaxia le arroje pero Urex bajo el resguardo de la cohorte fénix se convierte en un bastión inexpugnable.

Quizá la desgracia de la cohorte fénix fue exactamente esa sobre estimación de sus capacidades, no se trataba de cualquier cohorte ciertamente, la cohorte fénix era la más numerosa en el sector al momento de la invasión, ciento ochenta mil efectivos aproximadamente. A pesar de haber pasado por una campaña de desgaste que mermó significativamente sus números la cohorte mantuvo una capacidad ofensiva abrumadora de la que ninguna otra cohorte en el sistema dispondría hasta acabado el conflicto.

—En Lykaon aprendí mucho de ti, hermano— le dice Tarvic. —Aprendí el valor de la osadía en la batalla. Aprendí a motivar a mis hombres con el ejemplo tal y como tú lo haces. Aprendí a ser un líder con los pies en el suelo y la actitud humilde, como tu.

—Yo aprendí de ti.— le contesta Aterion.— aprendí a analizar exhaustivamente al enemigo en busca de vulnerabilidades. Aprendí que la información es más poderosa de lo que en primera instancia podría parecer. Pero por sobre todas las cosas me siento agradecido por que aprendí a ser un mejor hermano de lo que era antes.

El intercambio de alabanzas es sincero. Ambos aprendieron enormemente el uno de el otro. Crecieron como líderes que se forjaron en el furor de la batalla pero quizás más importante crecieron como los hermanos que son reforzando un vínculo que traería consigo la dupla más mortífera del primer capítulo.

—Sería un gran regocijo para mi que nuestros hermanos de armas fueran capaces de integrar sus capacidades cubriendo así las debilidades presentes en ambas compañías. Tal y como lo hemos hecho nosotros, hermano— comentó Tarvic

—Una vez finalicemos con esta tarea la primera y segunda compañía dejarán de fungir como fuerzas independientes y comenzarán a entrenar en conjunto— le contesta Aterion dejando escapar una sonrisa.