Garime "El camino de las estrellas"

Capítulo 4 La Sombra De Los Celos

El ambiente en La Casa de los Famosos era tranquilo, pero Gala notaba algo extraño en Brigitte. A pesar de que habían sido amigas desde la infancia y habían compartido tantas experiencias en el mundo de las telenovelas, desde que su relación con Karime se había vuelto más cercana, Brigitte parecía… diferente.

Lo que empezó como una ligera incomodidad pronto se convirtió en una tensión palpable. Cada vez que Karime y Gala se acercaban, Brigitte encontraba la manera de intervenir. Con frecuencia, se acercaba a Karime para compartir chismes o secretos en voz baja, mientras lanzaba miradas discretas hacia Gala, casi como si esperara una reacción. Gala trataba de mantenerse tranquila, pero no podía evitar sentir una punzada de celos al ver a su amiga tan pendiente de Karime.

Un día, Brigitte encontró a Gala sola en la cocina y, sin rodeos, le dijo:

—Sabes, Gala… Karime me ha estado contando cosas sobre ti. Parece que le agrada tener a alguien en quien pueda confiar, alguien que… tal vez, la comprenda mejor que tú.

La insinuación en sus palabras hizo que Gala se tensara, pero no dijo nada. Sabía que reaccionar solo alimentaría los juegos de Brigitte. Sin embargo, su mente comenzó a llenarse de dudas. ¿De qué cosas hablaba Karime con Brigitte? ¿Por qué necesitaba otra confidente cuando siempre se habían tenido la una a la otra?

Poco después, Gala comenzó a notar que Karime pasaba cada vez más tiempo con Brigitte. La veía reírse con ella, susurrarse secretos, y Gala no podía evitar sentirse excluida. Fue un golpe al orgullo, pero también al corazón.

Finalmente, una tarde, cuando Karime estaba sola en el jardín, Gala decidió enfrentarse a ella.

—Karime, ¿qué está pasando con Brigitte? —preguntó, tratando de mantener la calma, aunque su voz temblaba un poco. —Siento que… que ya no me necesitas como antes.

Karime se sorprendió, frunciendo el ceño.

—¿Qué dices, Gala? No sé de qué hablas. Brigitte y yo solo hemos estado hablando. Es cierto que me cuenta cosas de tu amistad, pero nada importante, te lo aseguro. Solo… cosas de la infancia, recuerdos.

Gala sintió alivio, pero también una pizca de inseguridad. Se dio cuenta de que estaba dejándose llevar por los celos, permitiendo que su amistad con Brigitte la confundiera. Sin embargo, necesitaba aclarar sus sentimientos antes de que las cosas se complicaran más.

Antes de que pudiera decir algo más, Brigitte apareció en el jardín, con una sonrisa algo tensa.

—Oh, chicas, ¿interrumpo algo? —preguntó, aunque su mirada hacía evidente que sabía exactamente de qué se trataba.

—No, Brigitte, no interrumpes nada —dijo Gala con tono firme. —De hecho, creo que necesitamos hablar las tres.

Brigitte alzó una ceja, pero aceptó la invitación y se sentó junto a ellas. Gala decidió enfrentar la situación de frente.

—Brigitte, desde que te acercaste a Karime, he sentido que tratas de ponernos en contra. Eres mi amiga, y espero que lo sigas siendo. Pero tengo que saber si hay algo que no me estás diciendo.

Brigitte miró a ambas con una expresión que oscilaba entre la sorpresa y la incomodidad. Tomó un momento para responder, pero cuando lo hizo, sus palabras sonaron sinceras.

—Gala, nunca quise hacerte sentir mal. Es solo que… hemos sido amigas desde siempre, y, bueno, es extraño verte tan unida a alguien más. No sé, sentí que… tal vez, podrías olvidarte de nuestra amistad.

Karime observó a ambas con una expresión comprensiva.

—Brigitte, entiendo que te sientas así, pero no hay razón para que esto se vuelva una rivalidad. Las dos son importantes para mí, y no quiero que las inseguridades nos separen. No se trata de competencia, sino de confianza.

Gala asintió, sintiendo cómo el peso de sus celos comenzaba a disiparse. Abrazó a Brigitte y, después, a Karime, como un gesto de reconciliación. Las tres se sonrieron, aliviadas de haber hablado y de poder seguir adelante sin rencores.

Sin embargo, cuando Gala se alejó, una mirada fugaz en el rostro de Brigitte le dejó una duda inquietante en el corazón. ¿Sería posible que Brigitte no fuera tan sincera como aparentaba? ¿Y si sus palabras de amistad escondían algo más? Gala no estaba segura, pero decidió dejar la duda para otra ocasión. Después de todo, en la casa, nada era lo que parecía.



Fin del Capítulo 4.