Entre La Mafia Italiana

capitolo sette

Felix

Habían pasado dos días, en esos dos días pude conocer mejor la enorme casa estábamos en una isla, por lo que me dijo Ryujin estamos al sur de calabria.

Estos dos días no lo ví, solo a Minho que de ves en cuando aparecía.
Me dieron una habitación para mí solo, gracias a dios dormiré en paz. La cama es grande, digo toda la habitación es grande.

—Como termine así, yo solo quería una buena noche. —sentia cada vez más mis mejillas húmedas —¡Haa! —arrojando un cojín me derrumbé, mis lágrimas terminaban cayendo sobre las sedosas sábanas. —No quiero esto...

Dos toquidos se escucharon en la puerta —claro ni llorar me dejan en paz.

—¡Mi señora, mi señor Hwang lo espera en el comedor. Trajo algo para usted, desea que entré y lo ayude!

—¡No, déjalo en la puerta!...

Un hermoso traje de seda es puesto en mi cuerpo, pantalones azules olgados se ajustaban a mis caderas. La camisa blanca con mangas olgadas, dejaban al descubierto mi pecho. Dejando suelto mi cabello, suspiré al escuchar dos toques en la puerta, Pero antes de hablar la puerta se abrió.

—Vaya, desearía ser esta vez el que te quitará ese traje. —su oscura mirada deboraba mi cuerpo.

—Gracias por tu alago, Pero no me interesa.

—Te ha caído el peso del título ya. —cerrando las puertas detrás de él camino hacia mi.

—¿De que hablás? Se poso enfrente de mi juntando nuestros cuerpos al tomarme de la cintura.

—Porque llorabas Caro mio

—Eso no te incumbe... —sus labios chocaron con los míos correspondiéndole rápidamente, el beso se prolongó a uno húmedo y suave, su lengua jugaba con la mía en un lindo juego, sus manos apretaban y amazaban mis glúteos.

—¡Ha, no sabes cuánto me prendes! —dejando unos pequeños besos en mi cuello, sobe su nuca, los plateados cabellos se enredaban en mis dedos con forme su cabeza se movía y lamía todo.

—¿Es-esto ¡mhg! Esta-bien?

—No, porque estoy muriendo por follarte. —dajando una suave mordida, beso mis labios antes de separarse. Sosteniendome del mueble regule mi respiración.

—¡Joder, baja antes que me valga una mierda hacerlo esperar!

Me acomode el traje y camine, detrás de esas puertas habían dos hombres quienes me dirigieron hacia el comedor, ahí estaba él.

—Amore mio, sei bellissima

—Como sabías mis medidas —levantandose de la mesa estiro su mano, su traje azul hacia juego con el mio. Caminando hacia él tome su mano.

—Mis manos grabaron cada detalle y parte de tu cuerpo.

—claro, y... —sentandome al lado suyo, ví a Minho sentarse nuevamente al otro lado de la cabeza de la mesa. Mis mejillas se calentaron al verlo. Su traje era de un azul oscuro, su precioso y sedoso cabello...

—Caro mio cenaras?

mirandolo con el ceño fruncido mire mi plato. —Soy alérgico a las carnes rojas. —todos los presentes se sorprendieron e inmediatamente retiraron mi plato.

—Mia signora perdóname por no saber tal cosa, —sus oscuros cabellos se movieron al pararse bruscamente de su silla. Y sus cabellos plateados fueron tirados hacia atrás al caerse sobre su frente. Ambos estaban a mi lado.

—Hai sentito mio signore, rimuovi immediatamente tutto ciò che ha a che fare con le tue allergie e comprendi le tue simpatie e antipatie! —su sedosa voz en italiano me ignotizo Hyunjin realmente...

—Amore mio,
—Mio caro

Esto me estaba incómodo, ambos me hablaron al mismo tiempo posando una de sus manos en cada una de las mía. —No es para tanto, retirando mis manos mire a los demás. No es su culpa, apenas y llevo tres días aquí así que...

—Porfavor amor dinos a que eres alérgico, —dandole una mirada a Minho este se retiró dando varios pasos hacia atrás.

—Soy alérgico a varias cosas, por ejemplo carnes rojas, el mani, la miel, las nueces, el chocolate, y las margaritas —las señoras tomaban notas y asentían conforme hablaba.

Volviendo a su asiento no dejo de verme, es decir, no dejaban de verme. Cambiaron todos los platos, haciendo una cena más suave.

—Puedo preguntar algo.

—No tienes que pedir permiso, puedes decir, opinar y hasta insultar sin pedir permiso.

—Ustedes dos —dije viendo a ambos
—¿me estoy perdiendo de algo?

—No que yo sepa amor porque

—Solo era pregunta. Y sobre los apodos, podrían ambos dejar de apodarme tan tiernamente como si fuera su pareja. Esto en verdad no me interesa así que desearía que dejarán de hacerlo.

—Entonces prefieres las palabras sucias y solo follar.

—Sabes... —levantándome de mi asiento lo observé —prefiero a qué me trates de tu zorra o puta a qué digas una gran tontería como amor o caro mio. Ya terminé —soltando la servilleta en la mesa camine a mi habitación.

[...]

Hyunjin

Su esbelto y hermoso cuerpo se perdió entre las escaleras, dándole un asentímiento a Minho me levanté.

Las doradas puertas de su habitación estaban cerradas dándoles un movimiento de manos, los guardias se fueron.

Abriendo las puertas fui recibido por un almohadón directo a mi rostro

—Joder toca al entrar, no ves que me estaba vistiendo.
—Tapandose con una bata agarro otro almohadón. Cerré la puerta y me aproxime. Sus ojos no dejaban de verme.

—No tengo que tocar para entrar a la habitaciónes de mi casa.

—Narcicista de mierda, lárgate antes que... Oye, oye no te me acerques.
—sus manos apretaron el cojín poniéndolo en medio al momento de estar cerca de su cuerpo.

—Te recuerdo que ya te he visto, tocado y follado así que porque te sorprendes.

—Que lo hayas echo no te da el derecho a volverlo hacer.

—Bueno eres aburrido —me separé de él y observé la habitación.

—¿Que haces aquí? —su voz sonó desafiante Pero con un toque de nerviosismo, me encanta.

—Te casarás conmigo en unos meses y así tendrás mi apellido, eres prácticamente el señor Hwang te gusta.

—Estas loco. Si lo que quieres es una esposa, hay demasiadas mujeres allá afuera. —Su cuerpo era cubierto por esa estúpida bata de seda, sus piernas lechosas y muslos gruesos se miraban perfectos con el color rojo.

—¿Estas escuchando me?

Rodeo los ojos y me acerco un poco —no, ¿perdóname que dijiste?

—¿Que es lo que quieres realmente?
—su pregunta era sería, sus labios en una recta línea y sus ojos cafés me miraban seriamente. Bien entonces hablemos seriamente.

Si entienden cuando habla Minho o hyunjin? Caro mio lo dirá Minho y amore mio hyunjin.
Cuando hable más de alguno de los dos siempre pondré el color de sus cabellos para que puedan diferenciar o sus colores de ojos, igual si tienen una idea de como diferenciarlos háganmelo saber.