Eterno Amor // Larry Stylinson

AMOR

- ¿Estas...? ¿Me estás preguntando? ¿Era una propuesta?

-Louis, luego de que entendí que habías decidido desaparecer de mi vida, me paraba frente al espejo a observarme y preguntarme por qué, si había sido yo, si te había dejado de gustar, si habías encontrado a alguien mejor, eran mil preguntas que pasaban por mi mente, luego de ello solo veía tus fotos, las fotos que compartíamos y mientras las eliminaba repetía como un mantra que te odiaba, que eras la peor persona del mundo, que ojalá siempre que fueras a la tienda tus cereales favoritos estuvieran siempre agotados y que tomaras leche con lactosa para que no salieras del baño en todo el día. Eso era todo lo malo que yo te deseaba. Nada que pudiera realmente lastimarte porque en el fondo te seguía amando, porque mi corazón te seguía perteneciendo y aunque yo repitiera como loco que te odiaba, no era así. Me hiciste daño, por supuesto, y lloré, y me culpé, y tuve noches de insomnio, pesadillas, ansiedad, fueron muchas cosas, pero al final no lograba odiarte. No logro odiarte.

-Dijiste que me amabas y me odiabas en cantidades iguales.

-Y así se siente, Louis. Muchas veces pensé en cómo sería volverte a ver, qué pensaría, qué haría, qué diría. Pensé que te insultaría, visualicé la bofetada que te daría, porque no sé dar puños así que solo haría el ridículo. Pensé muchas cosas. Pero cuando te vi...- Harry sonríe y baja por un momento la mirada a sus manos- Por supuesto que dolió, obviamente, y fue un shock para mí, pero no por lo que me hiciste, sino por la avalancha de recuerdos que me impactó en ese momento y solo quise devolver el tiempo para poder estar entre tus brazos, hablándote de Harry Potter o de Taylor Swift y tu fingiendo que te interesa lo que te digo, bebiendo malteadas o comiendo galletas hasta no poder más. No pensaba en el buzón de voz cada vez que te llamaba o en los mensajes que jamás respondiste, pensaba en cuánto extrañaba ser tu pequeño Harry, pintarme las uñas mientras juegas en tu celular y lo único que decimos en ese momento es que nos amamos y por qué lo hacemos. Extraño que me digas lo mucho que te gusta mi cabello, o los bonitos que son mis ojos, extraño que elijas el color de esmalte que me pondré o que me digas lo sexy que me veo, aunque recién haya despertado y tenga el cabello hecho un lío y lagañas en los ojos. Me hace falta tu olor y tus besos. Te extraño. Y si tú también lo quieres sé que podríamos intentar superar lo malo que pasó, ir a terapia o lo que sea que se hace en estos casos para poder estar juntos de nuevo.

Definitivamente esas no son dagas y de nuevo Harry está tomándolo por sorpresa con sus palabras y sus acciones.

- ¿Quieres estar conmigo de nuevo?

La manera en la que lo dice solo revela el odio que siente por sí mismo, como si el hecho de que Harry quisiera volver a estar con él fuera algo inaceptable porque él es un ser repugnante, malo, con solo mentiras para decir y daño por hacer y Harry es pura luz, bondad, con su risa encantadora, abrazos y besos dulces.

- ¿A pesar de todo? ¿No temes que vuelva a lastimarte?

- ¿Lo harías de nuevo?

- ¡No! Por supuesto que no, jamás haría alguna estupidez de nuevo.

-Yo te creo.

-Tú... ¿Me amas todavía? ¿Y el odio que sientes?

-Lo único que odio es no tenerte, odio que me hayas privado del derecho de elegir si perdonarte o no antes, y estoy ejerciendo ese derecho ahora, porque no me lo puedes arrebatar. Yo decido que a pesar de lo que hiciste, quiero estar contigo, porque te amo, porque hacemos una pareja increíble y porque el error de una noche no puede ser más importante que lo que hemos vivido en cinco años y lo que podemos vivir en otros sesenta, setenta u ochenta si estamos con suerte. Porque la vida se siente mejor cuando hablamos, cuando nos decimos "Te amo", cuando nos vemos y podemos estar juntos. La vida se siente como la mierda si solo puedo verte como el futbolista famoso que ya no tiene nada que ver conmigo.