Scarred Hearts [Bucky Barnes]

Chap 13. "Let It go"

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El primer paso de regreso a la base fue enfrentarse a su superior, el comandante Singh, un hombre de semblante firme que había visto en Louren a una líder desde que era una de sus mejores alumnas. Al verla acercarse, se dirigió a ella con la misma seriedad de siempre, pero con un atisbo de respeto en la mirada, uno que reflejaba su conocimiento de lo que ella había atravesado.

-Kennedy -dijo Singh en cuanto ella estuvo frente a él-. Bienvenida de regreso. Me alegra verte de vuelta.

-Gracias, comandante -respondió Louren, su tono firme pero frío, sin rastro de emociones más allá de una profesionalidad casi mecánica.

Singh asintió, observándola un momento antes de proseguir.

-Aún tienes a tu grupo de reclutas. No hemos cambiado su asignación, así que siguen siendo tu responsabilidad. Al parecer, los jóvenes han progresado, pero quiero que los pongas a prueba. Hazles un examen sobre lo que hasta ahora deberían haber aprendido. Es hora de ver de qué están hechos.

Louren asintió, sintiendo un ligero impulso de volver a su faceta de instructora. Sería duro, eso lo tenía claro. Días atrás había estado dejando la dureza a un lado, pero ahora eso no estaba en su mente. La guerra no se ganaba siendo blando, y si ellos esperaban simpatía, no la encontrarían en ella ahora.

-Lo haré, señor -respondió con un tono tajante-. No espero menos que lo mejor de ellos.

Singh le sostuvo la mirada un momento, con la expresión seria y analítica que lo caracterizaba, pero no dijo nada más. Él sabía que Louren estaba enfrentando sus propios fantasmas, y que su dureza quizás era una forma de escudo. Sin más, la dejó a cargo, confiando en que ella cumpliría con su deber como siempre.

Más tarde, Louren llegó al campo de entrenamiento, donde el grupo de reclutas ya estaba reunido. A lo lejos, divisó al grupo de reclutas, con una expresión de mezcla entre nervios y entusiasmo, aunque rápidamente cambiaron su semblante al ver la frialdad en el rostro de su instructora.

-Atención, reclutas -dijo Louren en un tono firme que resonó en el área, captando de inmediato la atención de todos-. Hoy tendrán una evaluación. Quiero ver si realmente han aprendido algo o si han estado perdiendo el tiempo.

Los reclutas intercambiaron miradas nerviosas. Louren, sin dar tiempo para que respondieran o protestaran, continuó dando las instrucciones.

-Tendrán que responder preguntas prácticas y teóricas. Cada uno será evaluado individualmente. Y no espero nada menos que precisión y disciplina. El que no pase la prueba, tendrá que trabajar el doble para ponerse a la altura.

Torres levantó la mano con cautela, como si temiera su reacción.

-¿Alguna pregunta, Torres? -inquirió Louren, cruzando los brazos y manteniendo su mirada fija en él.

-Solo... quería preguntar si... bueno, ¿qué áreas específicas serán cubiertas en la evaluación? -dijo Joaquín con un tono respetuoso pero firme.

Louren sostuvo su mirada un instante, su expresión impenetrable.

-Cada área en la que se supone que ya deberían ser competentes -respondió, dejando en claro que esperaba que estuvieran preparados para todo-. Así que más les vale haber estado prestando atención todo este tiempo.