El día de mierda puede volverse peor

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Estábamos arrodillados, esperando el regreso de Negan con Rick. Mi corazón latía con ansiedad, pero cuando vi a Carl, solo quería estar con él. Me levanté y me dirigí hacia él, sin importarme lo que había pasado y sin importar que nuestra relación habia acabado.

Pero Simón me detuvo, tirándome al suelo con brusquedad.

-¿A dónde crees que vas? —me dijo con una sonrisa cruel.

-Dejame ir con él —le rogué, intentando liberarme de su agarre.

Simón se rió y me arrastró hacia Carl.

—Aléjate de mí, Recuerda que volví a ser la esposa de Negan — dije con furia.

Simón se molestó pero obedeció, alejándose un poco. Me abracé a Carl con fuerza, sintiendo su calor y su seguridad.

Negan había vuelto, ya había amanecido.

Negan arrastró a Rick hasta el centro del grupo, sonriendo con sadismo.

-¡Qué empiece el último juego! — exclamó Negan, mientras ordenaba a sus hombres apuntar a todos en la cabeza.

Incluyéndome

Su mirada se posó en mí, y luego en Carl.

-Chico, ven aquí — dijo, con una voz que parecía una orden.

Carl lo miró con ira, pero no se movió. Negan se acercó a él, quitándose el cinturón.

-¿Eres zocato? —preguntó, con una sonrisa cruel.

-¿Qué si soy qué? — respondió Carl, con furia en su voz.

-Que si eres zurdo.

-No — Respondió Carl con obviedad.

Negan le colocó el cinturón en el brazo.

-¿Te duele? —preguntó.

-No — respondió Carl, con una sonrisa desafiante.

Negan sonrió.

-Pues debería — Luego, le quitó el sombrero y me lo lanzó a mí.

-Simón, ¿tienes marcador? — preguntó Negan.

-Si —respondió Simón, con una sonrisa.

Carl estaba boca abajo, indefenso. Negan marcó su brazo con el cinturón.

-Lo siento, chico, esto será frío — dijo marcándole el brazo.

Rick se desesperó.

-Basta, por favor no lo hagas — rogó.

Negan se rió.

-Yo no lo haré, tú lo harás. Agarra el hacha y cortarle el brazo a tu hijo. Si no lo haces, morirán todos, luego morirá tu comunidad, Carl, Kat y años después tú

Michonne se unió a Rick en su ruego.

-Basta, ya lo entendimos, por favor

-Te lo ruego, házmelo a mí, por favor —dijo Rick llorando, mientras Negan reía.

-Rick, toma el hacha, si no lo haces, verás morir a toda tu gente—amenazó Negan.

Rick lloraba desesperado.

-Bien, Rick, ganaste, contaré 3! 2! —dijo Negan.

-Por favor, házmelo a mí — gritó Rick, llorando.

-Hazlo, solo hazlo — susurró Carl.

—Negan, por favor te lo imploro— dije asustada.

Negan me miró con furia.

Hasta el fin/ Carl Grimes Donde viven las historias. Descúbrelo ahora