Capítulo 66 | Huye

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—No, claro que no, yo no estoy amenazado. Clay y yo somos amigos —Adriel soltó un suspiro, se levantó de la cama y se recargó de la puerta para verlo.

—¿De verdad? Incluso hasta yo podría fingir mejor que ustedes dos juntos. Apenas y se dirigen la palabra, no comes en la mesa con nosotros y todo el tiempo están alejados el uno del otro. ¿Qué clase de amistad es esa? Las veces que lo he visto entrar y salir de aquí, te escucho llorando.

—No digas esas cosas, Adriel.

—Las digo porque son la realidad.

—No lo son. Es solo que me he sentido mal por lo que me pasó, eso es todo.

—Hablaré con mis padres sobre esto —Eso hizo que Tobias se levantara de golpe de la cama y se acercara a él, se agarró de su camisa y lo miró a los ojos.

—Por favor, no hagas de esto un problema. Ya te dije la verdad, ¿Sí? Él no me está haciendo nada, somos amigos y él te dijo la verdad, le dije un par de cosas y su primera reacción fue pegarme. Gatito, por favor, no hagas ni digas nada —¿Gatito? Hacia mucho que no lo llamaba así de nuevo.

—No diré nada, pero tú y yo nos vamos a casa, ¿Está bien?

—Pero...

—Nos vamos, o diré todo.

No tenía más opción que aceptarlo, Adriel ayudó a Tobias a arreglar sus cosas y luego fueron a su habitación a arreglar las suyas. Cuando salieron, Zack notó lo que estaba pasando e inmediatamente fue a decirle a Clay, el cual se acercó con ellos, queriendo saber qué estaba pasando.

—Nos iremos a casa, gracias por su hospitalidad, pero ya nos vamos.

—Si fue porque le pegué, lo siento mucho —Adriel se acercó, quedando frente a él.

—No me gustó que lo haya tocado, ¿Vale? Eso fue solo un error. Además, ya estuvimos muchos días aquí, así que ya es hora de irnos.

—No creo que Tobi quiera irse realmente —Clay le dio una mirada, pero Adriel se colocó en su campo de visión para que no lo siguiera haciendo.

—Claro que quiere.

—¿De verdad? Bueno, siendo de ese modo, entonces está bien. Iré más tarde a verlos.

—Vale, le diré a papá que irá.

—¿Necesitan que los lleven?

—No, gracias, ya vienen por nosotros.

Clay mordió el interior de su mejilla para tratar de controlar el enojo, les regaló una pequeña sonrisa que más bien esconde crueldad en ella. Le dio una mirada a Zack y este entendió a la perfección. Para cuándo llegaron por ellos y los vio irse, se adentró a la casa hasta maldiciendo y yendo a su habitación azotando la puerta casi en la cara de Zack, el cual se echó hacia atrás antes de eso. Abrió la puerta despacio y lo vio caminar de un lado a otro.

—Señor...

—Lo sabe. Se lo llevó porque ya lo sabe.

—No creo que lo sepa, señor.

—Oh, claro que sí, Zack. ¿No viste cómo me miró? Parecía que quería asesinarme. Adriel lo sabe, quizás lo subestimé un poco. Joder, que ahora los planes tendrán que adelantarse.

—¿Qué necesita que haga?

—¿Ya tienen la información que les pedí? Tú viste lo que le hizo a la pared y como levantó a Cami, ¿No? Ese chico tiene mucha fuerza. ¿Es posible que tenga uno de los inventos del diablo? Eso podría explicarlo, ¿No lo crees?

Bajo Mi Infierno Donde viven las historias. Descúbrelo ahora