Capítulo 2

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—Maya, ¿te has dado cuenta de que tu vida parece una telenovela de esas malas? —Lola se me acerca por detrás, mientras me encuentro buscando desesperadamente un bolígrafo en mi mochila, el cual, por supuesto, no aparece.

—Lo dices porque estoy buscando algo que no existe, ¿verdad? —respondo, sin quitar la vista de mi mochila, como si en cualquier momento el bolígrafo fuera a materializarse por arte de magia.

—No, es porque desde que empezaste a obsesionarte con ese chico, pareces salida de un guion de drama adolescente. —Lola sonríe como si tuviera toda la verdad del universo en sus manos, como si el simple hecho de estar cerca de mí le diera acceso a todos mis pensamientos.

Levanto la cabeza, y no sé si por la desesperación de no encontrar el bolígrafo o por la confusión que genera su pregunta, le respondo sin pensar.

—No estoy obsesionada. Solo... bueno, le observo. .

Lola pone los ojos en blanco y se sienta a mi lado, cruzando los brazos con una mezcla de diversión y exasperación.

—Claro, 'le observas'. Como si nunca me hubiera dado cuenta de que cada vez que alguien menciona su nombre, te conviertes en una versión humana de la estatua de sal. —Hace una pausa, y luego añade—: Te he visto, Maya. Te quedas allí, mirando al vacío como si Jack fuera la respuesta a todos los misterios del universo.

El timbre suena y todos empiezan a acomodarse en sus sitios para la primera clase del día. Yo sigo con la mirada fija en la pizarra, pero mis pensamientos ya están a kilómetros de distancia. Y aunque Lola tiene razón, no puedo evitarlo. Jack Dainel ha ocupado una esquina de mi cerebro que ni siquiera sabía que existía. Y no me gusta. No me gusta porque me siento como si estuviera jugando un juego en el que las reglas las pone él y yo aún no las entiendo.

Lola se ríe, y al ver que no le respondo, se cruza de brazos y se inclina hacia mí, como si estuviera a punto de darme una gran revelación.

—Maya, si alguna vez empiezas a escribir en tu diario cómo te mueres por un chico como si fuera una novela de amor trágica, avísame para que te rescate con una sobredosis de café y Netflix.

—No necesito ni Netflix ni café, gracias —respondo, poniéndome un poco a la defensiva, pero lo digo en tono de broma. En realidad, sé que tiene razón, pero no quiero admitirlo.

Lola sonríe de oreja a oreja, sin perder la oportunidad de hacerme sentir más incómoda.

—Lo que pasa es que te imaginas la historia como una película de esas en las que el chico malo te lleva en moto a un atardecer, mientras la banda sonora suena de fondo y todo es perfecto. —Hace una pausa y me mira con una cara de "te lo dije"—. Pero te olvidas del pequeño detalle: esas historias siempre terminan mal. Como siempre.

Intento no reírme, porque tiene toda la razón, y sin embargo, no puedo evitar que una pequeña sonrisa se me escape.

—¿Sabes qué? No pienso ni seguirte el juego —digo, cambiando de tema rápidamente, mientras empiezo a sacar el material para la clase. Y como si lo hubiera pedido al universo, el profesor entra al aula justo en ese momento, lo que me salva de cualquier otra frase de Lola sobre mi vida amorosa.

La clase comienza y trato de concentrarme. En realidad, ni siquiera sé por qué estoy tan distraída hoy. Pero el tema de la tarde anterior, las miradas de Jack, y la posibilidad de verlo en la fiesta del fin de semana, no me deja en paz. Hay algo en su manera de caminar, en cómo su sombra parece envolver el aula cuando entra, que simplemente me hace pensar que todo en el mundo podría ser más interesante si estuviera cerca de él.

El profesor empieza a explicar un tema de historia, pero sus palabras parecen un eco lejano, como si se filtraran por un túnel y llegaran hasta mí amortiguadas. No puedo dejar de pensar en la forma en la que Jack Dainel me mira cuando pasa cerca, como si todo lo que tocara se desvaneciera en su mirada. Me digo a mí misma que debería concentrarme, pero cada vez que lo veo, todo lo demás desaparece, como si el resto del mundo fuera un escenario secundario, y yo solo fuera una espectadora esperando que algo pase.

Otra noche sin ti #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora