Pasaba de las once de la noche y Liliana seguía arreglándose tranquilamente en su habitación, la pareja había llegado varias horas atrás a la preciosa Antigua Hacienda Tlalpan, ubicada en la Ciudad de México, donde se llevaría a cabo una cena con los embajadores mexicanos pertenecientes a la sociedad y así darle la bienvenida al consorcio español.
Santiago, impaciente, le mandó varios mensajes con tono molesto por su impuntualidad, pero los malditos parches que llevaba alrededor del cuerpo no quedaban justos y estaba decidida a no salir de la recámara hasta que no estuviera todo en su lugar.
El vestido que compró temprano fue sustituido por un precioso regalo que dejó Moya en su habitación y junto al presente halló una caja negra que contenía la joyería y los zapatos que debía vestir esa noche. La prenda se pegaba a su piel bronceada acentuando sus caderas y el gran escote le impedía usar ropa interior, así que era eso lo que le estaba costando problemas, el tratar de mantener sus exuberantes y grandes pechos en su lugar.
La abertura era divinamente perfecta, casi llegaba a su cintura y el color negro la hacía verse misteriosa y arrebatadora. Al final se calzó los zapatos de tacón del mismo tono y se giró para verificar las ondas sueltas que le había dado a su larga melena, se dio otra pasada de color en sus labios carnosos dejándolos seductores y apetecibles, en un color rojo pasión que gritaba fiera al acecho.
Mientras caminaba por el espacioso pasillo del majestuoso lugar, se escuchaban los acordes de la canción popular y pegajosa . Siempre que Liliana escuchaba cualquier tipo de música, la incitaba a irse directo a la pista de baile y esa noche no sería la excepción. Con cuidado bajó las escaleras para seguir adelante y abrirse paso directo al patio donde vio a todos los engalanados hombres de la sociedad, al instante en que hizo presencia, varias cabezas se giraron para verla.
—Ha llegado la única mujer a la que le perdono su impuntualidad —gritó Rossetti captando la atención de la escultural mujer quien le regaló una sonrisa sincera y grande.
—Oh, por Dios, Paolo, tú siempre tan caballeroso. —Se acercó a él y le dio dos besos tronados, uno en cada mejilla demostrándole su cariño y respeto.
El director de Goddess Society se encontraba platicando alrededor de varios hombres, uno de ellos era el abogado Santiago Moya y su inseparable compinche, el arquitecto Mario Arizmendi, quien apretó la mandíbula al verla, pero sin poder evitarlo sus ojos la recorrieron de arriba hacia abajo inspeccionando meticulosamente todo ese cuerpo seductor que esa mujer amazónica y descarada poseía, la cual siempre lo miraba indiferente.
—Cuidado, abuelo, que viene acompañada. —Santiago cortó el flirteo arrancándola sutilmente de sus brazos, pues este ya sostenía a la despampanante mujer apretada a su cuerpo.
Liliana, sonriente y dejándose guiar, se acercó a Santiago y se giró con malicia hacia él para revelar a sus acompañantes que se encontraban detrás de ella, el escote de infarto que dejaba al descubierto su espalda desnuda. Con ese movimiento inocente los incitó a perderse en su grande y suculento trasero, ese que tantos machos deseaban.
Mario y Paolo, junto a los otros pasaron saliva en seco al observar sus tentadoras y voluptuosas curvas mientras que la mujer le susurraba al abogado algo al oído, detalle que pasó a segundo plano, pues sus miradas seguían poseídas y embaucadas, recorriendo todo su cuerpo seductor, centrándose en esas nalgas firmes que los hacía fantasear con azotarlas toda la noche.
Esa Diosa tenía todo para ponerlos a sus pies y lo peor era que ella lo sabía. Era un arma peligrosa que los podía hacer perder la razón con un chasquido de dedos, pues su cuerpo era la tentación personalizada.

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Mala Sana (Independiente) Goddess Society: Sociedad Elite Multimillonarios
RomanceUn juego simple. Una decisión equivocada. Una acción imborrable. Un error trazado. Un castigo exigido. Una redención inesperada. Mario Arizmendi vivió la vida sin preocupaciones, jugando sin pensar en las consecuencias del mañana, asimilando muy tar...