Capítulo 37, Herida

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Chloe

Corrí como si no hubiera un mañana, como si me lo estuviera jugando todo con cada segundo de más que respiraba cerca de él.

Mis pulmones comenzaban a quemar debido al esfuerzo físico, pero no me podía permitir parar.

Mi verdugo me estaba persiguiendo por el jardín verde, sin piedad.

Sin compasión.

Iba a por mí.

No me molesté en girar la cabeza para saber cuánto tardaría en alcanzarme, ya que escuchaba sus fuertes pisotones justo detrás de por donde yo pasaba.

Perlas de sudor se arremolinaban en mi rostro, mi corazón palpitaba a mil por hora. Proferí un insulto hacia su persona, se estaba esforzando con tal de atraparme.

Tenía que escapar de esta pesadilla en cuanto antes.

Sin embargo, mi destino me jugó una mala pasada. Tardé un nanosegundo en ver la piedra que había delante, hasta que tropecé con ella, y caí de bruces contra el suelo.

Probé el sabor amargo de la derrota al apoyar ambas manos en la tierra mojada , aunque no evité el raspármelas un poco por el impacto.

Te pillé.

Su voz enfermiza me dieron ganas de vomitar.

─ Por favor...─ le rogué, cansada, harta.

Él se agachó y me sujetó por la zona donde todavía tenía las marcas espantosas, es decir, alrededor de mis muñecas.

─ Aún no he terminado contigo.─ farfulló, y con su cuerpo me forzó hasta que abrí ligeramente las piernas.

Reaccioné por instinto, tensándome de arriba a abajo por culpa de su toque.

─ No, no, no, no, no, no, no.─ supliqué, admirando cómo se le oscurecían sus ojos azules por el deseo.

─ Tan bonita...─ Repasó la fina línea de mis facciones con su índice, sonriendo ante cómo temblaba de puro pavor.

Evité su mirada, a lo que respondió pellizcándome la mejilla, asustándome en el proceso.

─ No te voy a violar, tranquila. ─ aclaró, depositando un casto beso en mi cuello.

Eso dicen todos los violadores a sus víctimas.

Consciencia, no ayudas en lo más mínimo.

Odiaba que Jaden se acordara de qué botones debía apretar para salirse con la suya siempre.

─ Déjame descansar.─ Fue un susurro leve, más lo entendió a la primera.

En menos de un segundo, me alzó por los aires, colocándome de pie con el máximo cuidado. Le deberían de dar un premio o algo en la categoría de "fuerza" a este hombre.

─ Ahora camina y no me cabrees más, Chloe.─ amenazó con el ceño fruncido.

Vale, por mi salud no debía provocarle ni enfadarle. Me juré a mí misma vengarme de este ser nacido en el infierno en cuanto llegara la oportunidad.

Mientras, arrastraba mi culo dolorido hacia mi estupendísimo cuarto, escogido por el muy cerdo.

Si salía de aquí viva, le haría pudrirse en la cárcel hasta el fin de sus días.



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Adam

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⏰ Última actualización: Nov 12 ⏰

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