Mi Amado Rey del Infierno

Capítulo 1

—Mi señor alguien rompió la barrera.

—No, no puede ser posible. —su respiración se hizo más profunda—. Si algún humano, demonio o animal rompe la barrera se quemará al instante hasta convertirse en polvo. A menos que sea...

Un fuerte golpe se escuchó en las puertas de la mansión, estas se abrieron de inmediato dando paso al hombre de 2 metros de altura de un tez algo pálido con cabello negro.

—Un maldito arcángel.—termino de hablar.

—Tus asquerosos demonios están fuera, se escaparon del infierno. Eso no fue lo que acordamos.

Arrinconó al castaño hasta una pared, lo sujetó del cuello para alzarlo hacia lo más alto hasta que sus pies no toquen en suelo.

—N-no se de qué demonios hablas. —habló Taehyung con dificultad al sentir como la falta de aire era demasiada pues el arcángel tenía mucha fuerza.

En un momento desesperado extendió su cola, cambiando solo la forma de su punta volviéndola tan filosa como un cuchillo, dirigiéndola hacia el cuello del ángel de forma amenazante. Hasta provocar que esté sangrara y dejara una marca.

Jungkook soltó a Taehyung haciendo que tomara una bocanada de aire.

—Te daré una oportunidad para que me digas quienes son los demonios que salieron del infierno.

—No se que está pasando pero eso no tiene nada que ver con el infierno, ni conmigo. —respondió viéndolo con sus hermosos ojos rojos.

—Taehyung... Taehyung... Taehyung. —repitió—. No me mientas, esto debe ser obra tuya.

—Yo no miento.

—Hay un asqueroso demonio suelto en el mundo humano que está adueñándose de sus almas, arruinando sus vidas y en algunas ocasiones comiéndose sus cuerpos. Yo mismo fui a corroborar si la información que me dieron era cierta y si. Pude sentir que había una presencia demoníaca cerca de las víctimas. 

Camino alrededor de su cuerpo en círculos como si fuese un lobo que esta observando a su futura presa.

—Así que vamos, mírame a los ojos y dime que no son tus demonios. —se acercó tanto que sus cuerpo se rozaban y podían sentir la respiración del otro en su piel—. ¡MÍRAME!

—No lo son. —respondió sin apartar la mirada.

—No blasfemes. —dijo Jungkook extendiendo sus alas blancas aun más, provocando que estas se movieran con brusquedad debido a su enojo.

—Te recomiendo que te calmes, la mansión está rodeado de 1000 demonios en este momento y cada uno de ellos ya sabe como se mata a un ángel. —dijo con una sonrisa en su rostro—. Y créeme que lo harán con mucho gusto.

El pelinegro dirigió su mirada hacia el gran ventanal y vio a una gran cantidad de demonios observando con sus grandes ojos la situación.

Si algo era cierto es que Taehyung al igual que Lucifer nunca sería capaz de mentir. Por lo que se apartó 1 metro de donde se encontraba el castaño.

A lo lejos se podían escuchar unos murmullos lo que provocó que el arcángel apartara la vista del castaño para buscar con mirada  el origen de aquel sonar.  Ya que podía sentir que provenía de una presencia extraña.

—Joven amo, no debe bajar las escaleras. —sujeto su pierna inútilmente.

—No me digas que hacer, debo hablar con papá. —se sacó al pequeño demonio de encima—. Hubo un ruido muy fuerte.

Antes de bajar por completo las escaleras del gran salón principal de la mansión que estaba cerca de las puertas que Jungkook por poco destruía. Llamo a su papá.