matrimonio por conveniencia (chestappen)

localización

Pasaron semanas en las que Max, desesperado, seguía buscando pistas sobre Checo, con la esperanza de encontrar cualquier indicio que le dijera dónde estaba. La ausencia de Checo se había convertido en una presencia constante en su mente, y el no saber nada de él lo atormentaba. Había repasado todos los posibles lugares, había llamado a sus conocidos y hasta había hablado con los empleados que trabajaban con ellos, pero Checo parecía haber desaparecido sin dejar rastro.

Una tarde, mientras revisaba las redes sociales, Max se encontró con una imagen que capturó su atención de inmediato. Era una foto de Carlos Sainz, caminando al aire libre, y junto a él estaba Checo. Se veían relajados, compartiendo risas y con una cercanía evidente. La publicación no especificaba el lugar, pero gracias a algunos comentarios Max pudo deducir la ubicación: una ciudad costera alejada de todo, perfecta para alguien que buscaba tranquilidad y escapar del caos.

Sin embargo, lejos de calmarse al tener la información que había estado buscando, una ola de celos lo invadió. La idea de que Checo había estado pasando el tiempo con Carlos, riendo y disfrutando mientras él lidiaba con la ausencia, le resultaba insoportable. Su instinto posesivo despertó con más fuerza, impulsándolo a encontrarlo, no solo para exigirle respuestas, sino también para asegurarse de que nadie más se interpusiera entre ellos.

Max sintió cómo la rabia y la frustración se mezclaban en su pecho. ¿Cómo podía Checo alejarse de esa manera, sin una explicación? Y, sobre todo, ¿cómo podía acercarse a alguien más? Ignorando la razón, Max solo podía pensar en una cosa: él era el único que tenía derecho a estar cerca de Checo, incluso si eso significaba enfrentarse a su amigo Carlos.

Sin perder más tiempo, Max organizó el viaje hacia esa ciudad, decidido a confrontarlo y aclarar de una vez por todas qué era lo que realmente sentían ambos.