"Te ame tanto hasta tal punto en el que me olvide que también debo amarme a mi"
El tiempo se fue volando y con el se llevó marzo, trayendo un abril que me dio la fuerza. Volví a trabajar pero no me conforme con ese trabajo así que ahora por las mañanas trabajaba en una cafetería y por las noches era mesera en un bar, tal ves no tenía mucho tiempo de descanso pero me alcanzaba para todo y tenia aveces dinero de sobra el cual ahorraba.
Ahora me encontraba en la cocina preparando algo de cenar , cuando el escuché mi teléfono sonar, mi primer pensamiento fue de que el me estaba llamando, no dude ni dos segundos en correr a mi teléfono, pero al notar que no era la perosna que quería me desanime, volví a ver quien era, notando el nombre de mi mamá, hace años que no hablo con ella, así que hice lo que siempre hago, la rechace.
Volví a la cocina, me serví mi cena y fui directo ala sala, dejándome caer en el sofá, escuché el tintineo de los cascabeles de mi gato al cual nombre milo que de un salto subió al sofá y se acurrucó a un lado de mi, prendí la tv y lo dejé en algún canal, en realidad no veía nada pero no me gustaba el silencio que había, así que prendía la tv o ponía música para escuchar sonido, la verdad tengo un grannnnn problema con la soledad y ahora que el no está mi apartamento se siente solo, aún con la bola de pelos que solo dormía. No se estar sola ese es mi mayor defecto, siempre perdonó o soporto de todo para no estar sola.
Suelto un suspiro, cuando estoy apunto de dar mi primer bocado escucho el timbre sonar, suelto un bufido y me levanto, seguro es la señora Grace si antes se la pasaba timbrado para saber de su gato pelusa, desde que tengo a milo cree que cada maullido es de su gato,
-mire señora grace no eh visto a su gato.- le digo mientras abro la puerta y al ver a la persona que esta hay parada me quedo estática.
-bueno es muy obvio que no soy la señora grace y te aseguro que lo que vengo a buscar no es a un gato.
No puedo creerlo , el esta aquí no puedo moverme siento como si mi mundo diera vueltas, tengo unas ganas de saltar hacia sus brazos y decirle lo mucho que lo extrañe pero no puedo mi cuerpo no reacciona.
-tu.....que haces aquí.
-vine a verte, te traje esto son tus favoritas .
Veo como me entiende un pequeño ramo de girasoles, el cual no había notado hasta ahora. No son mis favoritas, las rosas blancas si, quise decirle pero solo asentí y las tome. Lo invite a pasar le ofrecí un café el cual negó, fue ala sala a sentarse hasta que vio a milo dormido en el, pude ver la mueca de asco en su cara, odia los gatos recordé, tome a milo y lo baje, este solto un maullido que sonó más a reproche y se fue por hay, ya sentados comenzamos a platicar o bueno el hablo yo solo asentía a lo que decía, me iba a dar un ataque al corazón, no podría creer que el estuviera aquí conmigo.
Luego de un rato, yo no quería que se fuera, volví a sentir una calidez, así que puse de escusa que ya era tarde para que se fuera y acepto quedarse, mi corazón se aceleró que casi me ponía a dar brinquitos de felicidad, el dijo algo pero no le preste atención, solo podía ver sus ojos, esos ojos azules que me ponían mal,que me hacían perderme eran un azul tan lindo y claros, que cuando miraba el cielo pensaba en el. Sentí su rostro muy cerca de mi, al notar su aliento fundiéndose en uno con el mío, no pude bajar la mirada a sus labios y bueno me beso, era un beso desesperado, uno que decía más que muchas palabras, el también me extrañaba.
O eso creí yo.
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Mientras aprendo a olvidarte.
Короткий рассказAprender a olvidarte fue difícil y más por que yo no quería, me negué y me aferre a esos recuerdos y lo que pudo ser y no fue.