𝖧𝗼𝘁 𝗮𝗇𝗱 𝗰𝗈𝗅𝖽 ﹆ 𝗷𝗶𝗻𝗌𝗎

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If you ready, don't keep
your feelings to yourself.

If you let me, i'll treasure all
the things you tell.

If you let me.

Abrí levemente mis ojos, observando vagamente mi alrededor mientras intentaba enfocar mi vista. Estaba en mi habitación, sin embargo, poco a poco un inquietante dolor de cabeza comenzó a atormentarme y las ganas de levantarme eran nulas.

Permanecí unos minutos así, sin hacer nadamás que mirar el techo y recuperando algunos recuerdos de mis sueños, siendo una tarea muy difícil e imposible en este momento. Solté un suspiro y me levanté tranquilamente, aún sintiendo las punzadas en mi cabeza.

Me dirigí hacía la cocina, abriendo una de las gavetas y encontrando la caja de pastillas vacías.

Ugh, había olvidado surtir el medicamento de emergencias.

Suspiré nuevamente ante mi torpeza y busqué una caja con té variado, siendo mi única opción para tratar de calmar el dolor de cabeza en este instante.

Tomé una olla pequeña, agregándole agua y poniéndola después en la estufa con el fuego alto. Cerré brevemente mis ojos y me apoyé de espaldas contra la barra, esperando el hervir.

Suspiré pesadamente, recuperándome aún más de aquella siesta y arrepintiendome un poco de haber "descansado".

Fué un día agotador en la universidad y, apenas llegué al departamento, me lancé a mi cama y caí en profundo sueño.

Miré el reloj del microondas.

5:17 p.m.

Había dormido casi tres horas, lo que me hizo abrir los ojos de la impresión, ya que, usualmente mis siestas no pasan de una hora. Pero a la vez lo entendía; una noche antes no dormí hasta las 3 y cachito de la mañana, intentando pulir mis partituras para mi primera clase de música.
Y, ¿acaso valió la pena? NO.
El profesor ni siquiera fué a la clase.
Pero ya era un pendiente menos.

Al menos podría tomarme el resto de la tarde para descansar o...

Por curiosidad, revisé mi refrigerador y mi rostro casi se desfiguró al observar que solamente había un litro de leche y un par de huevos. Estaba casi vacío.

— ¿Pero qué me pasa?... — Susurré para mí mismo, golpeándome mentalmente al ser tan distraído para no estar al pendiente de mi despensa. Suspiré de nuevo y tomé un pequeño post-it, mismos que usaba de vez en cuando para anotar pendientes aunque últimamente no los ocupaba... por desgracia.

Revisé mis demás gavetas, rectificando si faltaban más cosas hasta que finalicé mi lista de compras.

Bueno, supongo que la tarde de descanso se convertirá en tarde de surtir la despensa.

Ugh.

De pronto noté que el agua de estaba burbujeando y soltando vapor, clara señal de estar lista para preparar mi té.
Tomé una taza, algo fría al quedarse guardada y agregué el sobre del té, seguido del agua caliente, pronto ambos infusionandose en un delicioso té de manzanilla.
Agregué un sobre de azúcar y lo mezclé suave, dejando que el sabor de la manzanilla se volviera intenso.