¿Qué pensaría su madre al verla en la situación en la que se encontraba? Posiblemente le hubiera dicho que estaba decepcionada de ella, que esa no era la linda chica delicada que había criado, pero poco le importaba, sus pensamientos fueron interrumpidos debido a que esquivó una patada, sujetando la rodilla del chico con su mano, luego la empuja para proporcionar una poderosa patada lateral al chico que venía hacia ella nuevamente, dejándolo en el frío suelo del ring, al terminar, le extiende la mano, el chico la acepta, ayudándolo a levantar para verlo ser felicitado por el hombre mayor que se encontraba presente. Su maestro se aproxima hacia ella, con una sonrisa orgullosa.
"Has progresado, Kiana, felicidades." Felicita el hombre de cabellos grises, obviamente por las canas aunque lo niegue. El hombre se cruza de brazos, notandose el entrenamiento en estos.
"Gracias abuelo Sue." Sonrie, haciendo una reverencia, después de todo, ese hombre fue el que le había enseñado todo lo que sabía hasta ahora.
"Siempre estaré para tí mi querida alumna." Sonríe la de ojos azules, hasta que escucha la alarma que había programado sonar. Se le estaba haciendo tarde. "Ya tengo que irme, si no mi madre sospechara, ya sabe." Suspira, su madre ni siquiera sabía que entrenaba.
"Está bien, lo entiendo." La chica entra al baño del dojo, colocándose rápidamente su uniforme escolar, le había mentido a su madre de que estaba en una clase extracurricular para así poder tener una excusa perfecta para asistir al Dojo Sue. Salió del baño.
"Hasta pronto, abuelo." Suele llamarlo así.
"Hasta pronto, cuídate." Se despidió, comenzando a caminar por las calles, al pasar unas cuadras, entra a un callejón, camina hasta lo que parece ser el final de éste, en donde se encuentran unas vallas, mira hacia la esquina en donde se encuentra una parte rota y pasa por ahí, se coloca su abrigo para pasar desapercibida, ya que por esas calles rondaba mucho la delincuencia. Al pasar al otro lado, sale del callejón, en donde se encuentra con su chófer frente a la escuela, se sobresaltó.
¿Qué hacía él ahí? ¿No era demasiado pronto? Suspira y se escabulle nuevamente, llegando disimuladamente hacia la otra puerta y entra a la escuela, pasa los pasillos como si nada hasta volver a salir, simulando que las clases ya habían terminado para ella.
"¿Sabes que no me engañas, cierto?" Un escalofrío la recorrió.
"¿A-A qué se refiere?" Desvía la mirada, diablos, iba a saber que estaba nerviosa.
"¿Donde estabas?" El hombre intimidante se cruza de brazos, notandose sus músculos siendo ahogados por ese traje.
"Pues, en la escuela."
"Entra al auto, discutiremos sobre ésto dentro." Le abre la puerta, no protesta, solo entra sin mirarlo y al entrar, se cruza de brazos dejando la mochila a un lado mientras él rodeaba el coche para sentarse en el asiento de conductor.
"Sabe que no puede hacer ésto, su madre se enojaría." Mira el espejo retrovisor unos segundos, y enciende la limusina.
"Pero no lo sabe aún, lo tengo todo perfectamente equilibrado." Miraba por la ventana, con la cabeza apoyada en ésta.
"Sabe que algún día la descubrirá, y le irá muy mal, sabe lo que pasará." Advierte, su voz con una ligera pizca de preocupación.
"¿Mandarme a japón con mis abuelos? Puff, no gracias." No quiere volver a Japón con sus abuelos, son... Aterradores según su punto de vista.
"Pero lo hará." La chica de hebras blanquecinas no puede evitar hacer un mohín de fastidio, su madre es demasiado estricta y recta.
"No si no le dice." Mira por el espejo, mirandolo.
"Señorita Kiana, yo-" Es interrumpido. "No le dirá, ¿Cierto, Tae-suk?" Pregunta, obviamente con intención de convencerlo. El mayordomo suspiró rendido, tenía la misma mirada que ella, bueno, después de todo son madre e hija.
"Bien, pero si su madre llega a descubrirla, asumirá la culpa, ¿Entendido?" Dice firme.
"Entendido." Responde de la misma manera, como si fuera una promesa.
El hombre de oscuros cabellos azabache decide prestar atención al camino, ahora más concentrado mientras Kiana apoyaba su cabeza en la ventana, observando el tránsito, sigue así por un buen rato hasta que se detienen en el semáforo. Un bullicio capta la atención de la chica, así que observa un grupo de personas amontonadas en círculos, mientras grababan lo que parecía ser una pelea.
"Éstos alborotadores." Suspiró el hombre, sin prestarle mucha atención al asunto, todo lo opuesto a la albina, quien observaba con atención.
En cambio, la chica de ojos celestes centra su mirada al chico que estaba recibiendo la paliza por unos segundos, logrando conectar su mirada con él por unas milésimas de segundo, lo cuál fue interrumpido cuando Tae-Suk puso el auto a ponerse en marcha.
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Holis, siempre quise publicar algún fanfic a Wattpad jsjs espero les guste, éste no es un cap completo, si no una breve introducción hacia la vida de nuestra protagonista. Favor de avisar si hay algún error ortográfico. :3
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𝐈 𝐂𝐀𝐍 𝐅𝐈𝐆𝐓𝐇! ⚊ 𝐋𝐨𝐨𝐤𝐢𝐬𝐦𝐱𝐎𝐜
FanfictionUna chica fragil, a penas podía salir a la calle sin que un rayo del sol le hiciera daño, piel de porcela- Espera, ¿de verdad te lo estás creyendo? eso es lo que piensan las personas que no la conocen, si no han recibido una de sus patadas a la cara...