Capítulo 13

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Agatha había pasado una semana encerrada en su hogar, pensando en que hacer de su vida, no había visto a Nicholas ni a Río, había querido verlos pero se negó, no iba a hacercarse hasta tener la mente en claro.

Cuando lo dió en adopción en lo único que pensaba era en darle una mejor vida de la que tuvo, padres presentes y amorosos, Nicholas tenía toda la atención que ella no tuvo, Río no era extremadamente estricta, dejaba que disfrutase su niñez al mismo tiempo que lo educaba, no se avergonzaba de abrazar a su hijo en público, Nicholas era ruidoso y energético como cualquier niño, las secuelas que sus padres le habían dejado la habían marcado para siempre, dudaba que pudiera olvidarlo algún día.

Su madre había sido severa y distante, dura e inflexible, su padre, recordarlo la hacia temblar, jamás se le había permitido hacer amigos y ni en sueños estar cerca de un chico o chica, incluso en su adultez su padre se seguro se mantenerla vigilada, hasta que quedó embarazada, su madre no había hecho preguntas ya conocia la respuesta, le prohibió salir de la casa hasta que diera a luz cuando lo hizo, Agatha no queria que creciera en ese entorno, se negaba a darle esa vida a su niño.

Verlo con la mujer que lo crío seis años y la cual le dió lo que jamás había podido darle le rompió el corazón, se alegraba de que estuviera bien y aún así querría ser ella quien lo abrazara cada día, quien lo arropara y deseara buenas noches.

Cuando llegó el viernes Agatha estaba devastada, cansada de llorar y estar sola, ese día se había puesto el pijama que Río le había prestado, tomo una de sus batas y camino lo más rápido que pudo hasta su cabaña.

-¿Agatha? Corazón ¿Que paso?

Rio la abrazo y eso la hizo llorar más, justamente de quien no se debía encariñar lo había hecho, en algún momento Río sabría la verdad y la odiaria, pero valía la pena si tenía algo de calidez aunque sea por poco tiempo.

-Ven corazón

Rio la llevo a su habitación guiando a Agatha a la cama y cubriendola

-No te vayas- pido cuando Río se levantó

-Corazon llevaré a Nicky con los hijos de Wanda aquí al lado ya vuelvo

Cuando Río volvió Agatha estaba en la misma posición que la dejo, con cuidado se arrodilla a un costado de la cama y acaricia su mejilla.

-¿Que necesitas corazón? ¿Una charla? ¿Un abrazo?

Agatha se movió hacia atrás mientras levantaba las sabanas, Río sin dudarlo se acuesta de lado rodeando su cintura, dejo un beso en su frente antes de comenzar a acariciar sus cabellos.

-Dejalo ir corazón y cuando estés mejor hablamos

Agatha se acurrucó más disfrutando de su calidez y tranquilidad, lo había pensado tanto, no sabía si estaba enamorada, apenas y llevaban días juntas y un par de besos pero la quería a su lado, quería la tranquilidad que le generaba, su espontáneidad y su rareza, esa última semana se imagino como sería despertar cada día junto a Río, besarla cada mañana antes de irse a su oficina y volver pensando en que nueva locura se le ocurrió.

Aun podía recordar cuando tenia la edad de Nicholas y su padre llegaba luego de un mal día, recordaba como lloraba acurrucada, el latente dolor en su espalda producto de sus golpes, su padre era cuidadoso, rara vez la golpeaba los días de semana sabía que si lo hacía un viernes tendría sábado y domingo para curarse, su abuela había intervenido demasiadas veces para ser contadas, curaba su espalda y tarareaba su canción.

Odiaba que incluso siendo adulta su padre hiciera lo que quisiera con ella y odiaba aún más a su madre por permitirlo.

-Hice algo horrible- susurro- Te hice algo horrible y vas a odiarme

-No me haz hecho nada Agatha y no podría odiarte- susurro

-Lo harás

-¿Que hiciste?

-Me haz tratado tan buen, siento tanta calma estando contigo una seguridad que jamás creí sentir ¿Puedo pedirte algo?

-Dime

-Se que es terriblemente egoísta y hasta cruel pero antes de decirte la verdad y que me odies ¿Me harías el amor?

-Agatha ¿Que hiciste?

No se alejo demasiado solo lo suficiente para verla a los ojos, la observo un largo rato antes de unir sus labios.

-Agatha si es tan malo que no lo quieres decir será peor luego

-Por favor Río por una vez quisiera que alguien me amara

Agatha cerro sus ojos al sentir la calidez de la piel la suave caricia que la hacían sentir segura y expuesta, sintió un beso en su mandíbula, cuando abrió sus ojos noto a Rio observandola mientras desabotonaba su camisa, cuando llego el momento de quitarse el sostén miro al techo mientras la ayudaba a quitárselo.

Rio noto la intimidad en especial al verla totalmente sonrojada, con cuidado se sentó a horcajadas suyo antes de unir sus frentes.

-¿Estás bien corazón?

-Si

-Podemos parar y solo acurrucarnos

-Quiero seguir

La mano de Rio dio un suave recorrido, a lo largo de su clavícula.Cuando sus dedos rozaron la suave curva del pecho de Agatha, el tacto era tierno y delicado.Cerró los ojos,no estaba acostumbrada a tanta dulzura

Las manos de Rio se movieron con cuidado, trazando las curvas de los pecho con delicadeza Un suave jadeo escapó de los labios de Agatha, no solo por la sensación física, sino por la abrumadora sensación de sentirse apreciada.

-Eres hermosa -murmuró Rio

Rio inclinó la cabeza y capturó un seno entre sus labios; una suave succión y un movimiento de la lengua enviaron ondas de sensaciones a través del cuerpo. Su mano libre acariciaba el otro seno, jugueteando, provocando un suave gemido. Rio desvió su atención hacia el otro pecho.

Agatha enrredo sus dedos en su cabello, sabía que Río se detendría si la notaba incómoda, sabía que era cuidadosa y gentil , Rio se echó hacia atrás sin apartar la mirada de Agatha.

Rio beso el espacio entre sus pechos, su estómago, bajo con delicadeza sus pantalones y ropa interior, Agatha suspiro cuando vio como se ponía entre sus piernas dejo un beso su muslo

-¿Estás bien?

-Si... Si queres que me detenga solo dilo
*******
Agatha se acomodo sobre su pecho  acariciando su clavícula, Río no le había permitido complacerla solo se acostó con ella en ropa interior.

Disfruto de su calidez y seguridad, cerro sus ojos al sentir como Río acariciaba su espalda de arriba a abajo, disfrutaba los suaves besos en su frente cada cierto tiempo.

-Mi padre abuso de mi- murmuró- Tuve un hijo... Lo di en adopción y ese niño es Nicholas

Rio no se alejo de ella pero si dejo de acariciarla, debía decirle la verdad

-¿Cómo sabes que es Nicholas?

-Su manta... La borde yo misma y la canción... Lo di en adopción envuelto en esa mantita junto con la libreta... Entrego mi corazón junto a ti mi hijo

Salvando a Agatha HarknessDonde viven las historias. Descúbrelo ahora