Prólogo

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Gabriella De Rosa es una mujer maravillosa, con un pasado que salió a la luz de la manera menos esperada, y un presente que había sido turbulento. Se había visto envuelta en juzgamientos y días en donde lo había pasado tan mal como todos quienes la querian. Después de tantos años, entre su divorcio y el episodio reciente donde sus hijos casi la crucifican por salir con alguien menor, tanto como a Elia por salir con alguien mayor, ahora le llegaba la calma y después de un año de intensidad, había llegado su cumpleaños número sesenta y uno. Si miraba para atrás, que año intenso había tenido, cuánta emoción, cuánto amor.. que distinto había sido este día al de su cumpleaños número sesenta en el que había estado sola. A no ser por conocer a Elia ese mismo día...
Se vio rodeada de su familia, de su amor, y la inundó una emoción gigante, los veía a todos felices, incluso a su amiga Delia, con quién recomponía su relación después de tanto tiempo. Había sabido perdonar y ser perdonada, amar y ser amada. Giulia, su hija, la abrazó y le beso su mejilla, ella le devolvió el abrazo, ¡que hermoso era estar con su hija así!
Le cantaron el cumpleaños feliz y ella apagó las velitas entre aplausos y risas. Elia le dió un beso de esos que la dejaban sin aliento y ella lo abrazó por la cintura apoyando su cabeza en su pecho.
Ahora solo quería dar vuelta de página y comenzar una nueva aventura con él, quien por cierto, le había dicho que tenía una sorpresa para ella, ¿que sería? Se preguntó intrigada y ansiosa.

Prefiero el engañoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora