[FANFIC/AU] Prometo Hacer Las Cosas Bien: ACTO II (Jinx)

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El sol apenas empezaba a asomar tímidamente por la ventana cuando Dan abrió los ojos.

A su lado, Jaekyung dormía profundamente, con el rostro apacible, aunque los rastros de la noche anterior aún eran visibles en sus ojos hinchados.

Dan lo observó en silencio, sin querer moverse demasiado para no despertarlo. Los eventos de la noche pasada parecían una mezcla de sueño y realidad, pero el peso de las emociones todavía estaba presente en el aire, palpable entre ellos.

Dan sabía que no podía dejar solo a Jaekyung, no después de todo lo que había ocurrido. Estiró la mano con cuidado hacia la mesita de noche, donde había dejado su teléfono. Después de unos momentos de duda, decidió que llamaría al trabajo para reportarse enfermo. No tenía la voz quebrada por la emoción, como anoche, pero la decisión de quedarse a su lado era incuestionable.

Deslizó el dedo por la pantalla y buscó el número del centro deportivo. Lo marcó y esperó, preparándose para lo que iba a decir. Al tercer tono, Sonja, la recepcionista chismosa estaba al otro lado de la línea.

— ¿Centro deportivo Diana Spencer? ¿Con quién tengo el gusto?

— Soy Daniel Kim — respondió Dan con una voz ligeramente ronca, forzando un par de toses para hacerla más convincente — Quería avisar que no podré ir hoy... Estoy un poco mal de la garganta y no quisiera empeorar.

Hubo una pausa breve al otro lado de la línea antes de que Sonja respondiera.

— Ah, Daniel... Lo siento por oír eso... No te preocupes, tómate el tiempo que necesites para recuperarte ¿Te pongo en la lista de ausencias para hoy?

— Sí, por favor — contestó Dan, agradeciendo que su excusa no fuera cuestionada — Haré lo posible por estar bien para mañana, pero prefiero descansar hoy.

—Entendido, doctor Kim... Que te mejores. Si necesitas más días, solo avísanos.

—Sí... Gracias — dijo Dan, y después de intercambiar unas pocas formalidades más, colgó la llamada.

Suspiró aliviado, agradecido de no tener que ir a trabajar...

Bajó el teléfono a su costado y se giró para mirar nuevamente a Jaekyung. Este se había movido un poco en la cama, soltando un pequeño sonido de incomodidad antes de volver a sumergirse en el sueño. Jaekyung estaba abrazándolo, su cuerpo grande y poderoso estaba tan relajado como Dan jamás lo había visto.

Dan observó el torso desnudo de Jaekyung, admirando cada detalle de su complexión. Los músculos que marcaban su piel, firmes y definidos, mostraban el arduo trabajo al que había sometido su cuerpo, recuperando su masa muscular.

Pero Dan no podía evitar reflexionar sobre el contraste entre ese físico imponente y las emociones que Jaekyung había mostrado la noche anterior. No había ninguna correlación directa entre la fuerza física y la vulnerabilidad emocional.

Jaekyung, a pesar de su exterior intimidante, se había permitido romper el último muro que lo mantenía distante.

Dan se dio cuenta de que por fin había visto todas las facetas de Jaekyung, tanto las de fortaleza como las de fragilidad.

Y a pesar de lo que había sucedido, lo amaba más que nunca.

Sus dedos se movieron con suavidad por el cabello desordenado de Jaekyung, notando cómo estaba un poco esponjado, un detalle que contrastaba con su habitual apariencia impecable. Ese hombre, tan fuerte y tan roto al mismo tiempo, se había entregado por completo a él, mostrando una vulnerabilidad que Dan jamás habría imaginado.