XXXV

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Después de avanzar mucho las motocicletas se quedaron atascadas, haciendo imposible lograr avanzar más debido a la inclinación de la montaña.

—Entonces... ¿Hasta aquí llegamos? —exclamo exhausta Kohaku después de intentar cargar la motocicleta.

—No podemos quedarnos aquí lamentandonos, los hombres de Stanley ya debieron arreglar el avión y seguro ya se dirigen hacia acá. —Hablo Ukyo limpiándose el sudor de su frente.

—¿¡Entonces tendremos que cargar las motocicletas y rodear todo ese acantilado interminable!? —pregunto la rubia alterada.

—¡UUUAAAA! ¡No podemos hacer eso! ¡Y aunque lo lograramos moririamos! —justificó Gen al borde del llanto.

—En realidad... ¡Enfrentaremos al avión con un equipo de maniobras tridimensionales cientifico! ¡¡Un teleférico!! —Exclamó Senku decidido.

Una castaña conocida casi se desmaya al escuchar eso. ¿Un teleférico? ¿Hacerlo? ¿Justo ahora? Literalmente es imposible.
Además que justo hay un acantilado, o sea que si el teleférico se llegase a caer todos los que irían en el morirían.

_____ empezó a imaginar demasiados escenarios trágicos para ellos.

Pero sin previo aviso, Kohaku salto el acantilado entero, llegando al otro lado intacta.

—¡¡WOAH!! ¡¿COMO SE SUPONE QUE LOGRO SALTAR HASTA ALLÁ!? —Pregunto Gen asombrado.

Ja, no deberían olvidarse de que entrene subiendo montañas para llevarle el agua a mi hermana ruri, asi que esto es pan comido para mí. 
Pensó la rubia sonriendo.

Ukyo lanzó una flecha con una soga hasta llegar a Kohaku.

—¿Eh? ¿Harán un teleférico con una cuerda tan pequeña? —Pregunto _____ asustada.

Sí, todos moriremos.

—No, es solo una guía. —la tranquilizó Ukyo sonriéndole.

—Ah, bien...

—¡Oh, Kohaku no se llevó el celular! ¿Cómo planeas darle instrucciones desde aquí? —Ante la pregunta de Gen el ojicarmin se aguanto las ganas de darle un pequeño golpe en la cabeza al mentalista.

—El enemigo se acerca en un avión, ¿Recuerdas? —le dijo obvio. —si usaramos señales de radio le estaríamos regalando nuestra posición.

Gen solo soltó un "ahh" cómo respuesta.

—Por eso nos comunicaremos con Kohaku a la antigua. —Senku se acercó a la cuerda y conecto algo tipo cono de lata.

—¿Me escuchas, leona? —pregunto a través de la cuerda.

—¡Que no soy una leona! —respondió la contraria enojada.

—¡Ahhh, un teléfono de lata! —exclamó taiju.

—Quien diría que esa tecnología primitiva nos serviría tanto ahora... —murmuró Ukyo.

_____ observo la lata con una mirada nostálgica.

—¿Te acuerdas? —le pregunto Ryusui sentándose a su lado y mirando al frente.

—Si... —respondió cabizbaja.

Ella, Ryusui y el hermano de este siempre se subían a los árboles que habían en el patio de la mansión del rubio y hacían teléfonos de lata para comunicarse entre si. A decir verdad en su mente se veía epico ya que siempre jugaban a los espías y agentes secretos. Era gracioso porque ellos mismos podrían comprar radios carísimas para jugar pero preferían la cuerda y la lata.

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⏰ Última actualización: Nov 18 ⏰

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~you~ •ishigami Senku•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora