CAPÍTULO 28

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Han pasado tres semanas desde que nos enteramos de la muerte de aquellas personas, en especial de Marco y Lisa no volvió a ser la misma que era antes por este tiempo

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Han pasado tres semanas desde que nos enteramos de la muerte de aquellas personas, en especial de Marco y Lisa no volvió a ser la misma que era antes por este tiempo. No ha salido de mi departamento en días, lo cual es sumamente raro por el hecho de que nunca le gustó permanecer en un lugar fijo por mucho tiempo. Además tuvo muchos dolores en su cuerpo y más en su cabeza, similar a cuando yo menstruo, pero en versión Manobal, o sea, más dramática.

No sonrió por su propia cuenta por mucho, solamente cuando yo misma intentaba con todas mis habilidades hacerlo. Tampoco habló mucho, los primeros días fueron los peores, uno de ellos conté cuantas palabras dijo y fueron 34 en total, pero por suerte, aumentaban con el pasar de los días.

Atrasé la gran mayoría de mis citas del trabajo para cuidar de ella, aunque algunas me veía obligada a ir, estaba perdiendo bastante dinero por estar con ella.

—Lili, los chicos han preguntado si quieres salir por octava vez en la semana, ¿Qué quieres que les diga?

—Diles que morí.

—No les diré esto, tonta—rodeé los ojos.

Hace unos pocos días volvió a hacer bromas, intentaba superar el dolor con humor como me había enseñado alguna vez y ya estaba mejorando bastante de a poco.

—¿Y no quieres salir con tu amiga?—tomé el control remoto para poder cambiar de canal.

—He dicho que no quiero salir con amigos—insistió.

—¿Y esta amiga?—volteé a verla.

— ¿Esta amiga?—enarcó una ceja fijando sus ojos en mí.

—Sí, yo.

—Tú no eres mi amiga—volteó la vista a la pantalla.

—¿Entonces qué somos? —me acerqué a su oído, mordiendo el lóbulo de su oreja.

—Mi futura esposa.

—Hablo en serio, Lisa.

—Yo también, o pregúntatelo tú misma, no has cortado con tu novio Kai.

Ella tenía razón. No he recibido ni un mensaje del pelinegro durante semanas y él tampoco míos, hasta ya estaba olvidándolo, a él y a sus actitudes hacia mí las últimas veces que nos vimos. Por ello, estaba enfocada en Lisa y en nuestra relación sin título definido.

—Entonces... ¿Quieres bañarte de una vez y salir a un evento importante? Paul hará uno y me ha dado dos invitaciones para nosotras hace unos días, podríamos ir para despejarte.

—¿Por qué no me avisaste antes?—se levantó de repente de la cama—. Y sí, me baño todos los días cuando no estás.

—No te he avisado por las veces que rechazaste salir con nuestros amigos—fui hasta al baño y grité desde allí—. Tu olor a queso no dice lo mismo, señora Lisa Roñosa Manobal—reí.

Tu Misterioso Amor - JENLISA G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora