Marido, entre tus músculos y yo, no hay distancia

Capítulo 41

El matrimonio de Lu Yun fue arreglado a través de un casamentero, y Lu Guangsheng fue personalmente a la familia Wang para conocerlos antes de finalizarlo.

La fecha era un poco apresurada, pero era algo habitual entre la gente corriente que se casaba. Una vez fijada la fecha, la familia del novio presentaba los regalos de compromiso y la familia de la novia preparaba la dote. El día de la boda, cenaban juntos y eso era todo.

Cuando Lu Yao se casó, todo fue aún más sencillo. Como la familia Zhao no tenía mayores, Zhao Beichuan solo envió los regalos de compromiso y Lu Yao llegó con un pequeño bulto a la espalda. Con pocos parientes, solo lograron albergar cinco mesas de invitados.

Además, los lugareños no tenían la costumbre de dar regalos monetarios en las bodas. Como mucho, los mayores de la familia podían dar algo de dinero, pero otros no contribuían con nada, acudían sólo a comer y beber. Por eso algunas familias pobres ni siquiera celebraban banquetes durante las bodas, pues consideraban que era una pérdida demasiado grande.

Lu Yao planeó enviar algunos objetos como dote para su hermano menor. Después de todo, el cuerpo original había sido bastante duro con sus dos hermanos menores, casi cruel.

En la infancia, a menudo los golpeaba y regañaba; cuando eran mayores, los obligaba a que lo ayudaran con el trabajo, lo que los alejaba de él. Como había tomado posesión de este cuerpo, se sintió obligado a enmendar el daño causado por el cuerpo original.

En ese momento, tenían más de veinte taels de plata, que estaban guardados en una vasija de barro escondida debajo de la cama en la habitación este. Solo él y Zhao Beichuan sabían de ello y lo guardaban a salvo.

Lu Yao levantó la ropa de cama, sacó la vasija de barro y limpió el polvo. Contando la plata, había veintiún taels en total, más dos cuerdas y cuatro monedas de cobre.

Este dinero provenía de la venta de tofu, carne de cerdo y cueros, y se iba acumulando gradualmente con el tiempo. A fin de mes, Xu, el tendero, saldaba las cuentas y sumaba más dinero a sus ahorros.

Lu Yao sacó un tael de plata y algunas monedas de cobre, planeando comprar algo de tela para Lu Yun después de entregar tofu mañana.

Al principio, Lu Yao pensó en comprarle una horquilla de plata, pero luego lo reconsideró, pensando que no era práctica. No podía usarla mientras trabajaba y perderla sería desgarrador. Un trozo de tela sería más útil.

Durante la cena, lo discutió con Zhao Beichuan.

"Quiero comprar un trozo de tela como dote para Lao Si".

Zhao Beichuan dijo: "Haz lo que creas conveniente. Si compras tela para Lao Si, no te olvides de Lao Wu".

"Por supuesto."

Aunque ya tenían dinero, todavía no eran ricos. Un trozo de tela fina costaba alrededor de dos hilos, lo que seguía siendo un gasto considerable para ellos.

Después de la cena, Xiaodou y Xiaonian limpiaron la mesa, mientras que Zhao Beichuan lavó los platos. Lu Yao y Lin Daman filtraron la leche de soja molida por la tarde, colocaron el tofu en moldes para prensarlo y terminaron su trabajo del día.

Después de apagar las luces, Zhao Beichuan extendió la mano para abrazar a Lu Yao, pero fue empujado.

Lu Yao susurró: "¡No me toques, todavía estoy dolorido!"

"Te masajearé la espalda" colocó su gran mano en la cintura de Lu Yao y comenzó a masajear. "¿No querías que lo consumáramos? Ahora te quejas."

Lu Yao pensó para sí mismo: ¡Cómo iba a saber que tenías tanto talento! ¡Fue una tortura!