Al día siguiente, ambos se dirigieron temprano al Ministerio de Magia. Aunque ahora el Ministerio estaba bajo el control de los seguidores de Voldemort, Snape y Sarah sabían que debían moverse con discreción para evitar atraer miradas innecesarias.
El ambiente era un caos controlado, lleno de tensión y una palpable sensación de poder en el aire. Sarah no pudo evitar notar los carteles y anuncios que decoraban las paredes, todos con la misma imagen: Harry Potter, buscado como si fuera un peligroso criminal. El lugar estaba abarrotado de magos y brujas, algunos siendo enjuiciados, otros simplemente cumpliendo con su trabajo, pero todos atrapados en un clima de miedo y sospecha.
Snape caminó con firmeza, como si supiera exactamente qué hacer. No vaciló ni una vez mientras se dirigía a una oficina específica, intercambiaba palabras con algunos contactos, y, con la misma facilidad con la que había llegado, recibió un sobre. Dentro, el permiso de aparición para Sarah, legitimado de manera oficial, aunque con un aire de informalidad que dejaba claro el poder de Snape en ese entorno. Sarah lo observó en silencio, sin intervenir, disfrutando en secreto de cómo su padre intimidaba a quienes se cruzaban en su camino.
Cuando ya se dirigían a la salida, algo llamó la atención de Sarah. En medio del bullicio rutinario del Ministerio, sus ojos captaron a dos magos y dos brujas que parecían fuera de lugar. Actuaban con demasiada cautela, como si acabaran de escapar de un peligro. Uno de los magos se detuvo para despedirse apasionadamente de una de las brujas, y en ese breve instante, su apariencia física cambió. Sarah lo reconoció de inmediato: era Ron Weasley.
Incrédula, observó la escena con más detenimiento. No podía ser una broma. Frente a ella, Harry, Hermione, Ron y Eileen se habían infiltrado en el Ministerio usando la poción multijugos, asumiendo la identidad de otros. El peligro era evidente, y el efecto de la poción no duraría mucho. Mientras algunas personas comenzaban a notar a Harry, el grupo decidió escapar apresuradamente. Eileen lanzó una última mirada rápida al entorno buscando una salida, y aunque no notó a Sarah, ella sí los vio con claridad. Ron tomó a Eileen del brazo, y los cuatro huyeron lo más rápido posible. El caos no tardó en desatarse. Aurores y guardias empezaron a perseguirlos, creando una atmósfera de confusión y pánico, como si el Ministerio estuviera bajo ataque.
Antes de que Sarah pudiera procesar completamente lo que acababa de suceder, Snape la tomó del brazo y ambos se aparecieron de vuelta en casa.
—Dime, ¿qué fue lo que viste? —preguntó Snape con tono autoritario, apenas asimilando su regreso.
—A tus cuatro alumnos preferidos, paseándose por el Ministerio como si nada —respondió Sarah, cargada de sarcasmo.
—¡Idiota! —Snape exclamó con irritación—. Solo a Potter se le ocurriría aparecerse en el peor momento posible. Esto acaba de complicarlo todo.
—Bueno, no te metas, no es tu culpa —respondió ella, intentando calmarlo.
—Debo irme hoy mismo —dijo él, casi para sí mismo—. Nos veremos en unos días en Hogwarts. No me gusta la idea de dejarte aquí sola, pero estoy seguro de que puedes cuidarte.
Sarah abrazó a Snape como si fuera la última vez que lo vería. Sentía el peso de la incertidumbre y el miedo a lo desconocido. Snape, aunque no era propenso a mostrar afecto, le dio un beso en la frente antes de irse en silencio, dejándola con sus pensamientos. No hubo más palabras entre ellos, pero el gesto fue suficiente para aliviar un poco la tensión entre padre e hija.
Los días que siguieron fueron menos insoportables de lo que esperaba. Snape había dejado en su habitación las cosas que le había confiscado, lo que le permitió ocupar su mente mientras esperaba. Sin apenas darse cuenta, llegó el momento de regresar a Hogwarts. Preparó su equipaje, y antes de que lo supiera, ya estaba recorriendo los pasillos del castillo una vez más.
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Our Safe Place | Severus Snape
FanficEn un rincón sombrío del castillo de Hogwarts, Severus Snape descubre a una joven con un secreto que la une a él de maneras inexplicables. Con su vida marcada por misterios y sombras, Snape ve en ella un reflejo inquietante de su propio pasado, una...