Bloody Roar: Yin-Yang Fusión

Madre como ¿La bruja? ¿Ninguna?

Kaori

Tuve un sueño en el que el anciano fue asesinado en su casa, creo que se cumplió.

Soy libre, no por mucho, debo seguir con el recorrido a toda prisa.

No me dejaré atrapar de ellos, según los rumores que he oido, solo buscan sujetos para sus experimentos.

No quiero caer por segunda vez, en sus garras.

Al contrario, sé que sonara imposible, debo llegar a sus instalaciones, destruirlo desde su interior.

A pleno dia grisáceo con lluvia cayendo sobre los arboles y algunas casas, se escucho algunos pasos que corren por el lugar. Es Kaori, siendo perseguida por un soldado, quien la halló paseando por un distrito, cuando una humilde desconocida, le obsequio un pan de bocadillo con queso y un vaso plastico de jugo de mango.

Apenas pudo tomarse todo el jugo y llevarse el pan, se quedo acorralada en un callejón sin salida.

—Maldición, dejame ir—dijo la mujer al observar al soldado con suma seriedad.

—¡Alce sus manos y quedarte quieta!—ordenó, apuntando con su rifle justo en su corazón.

No quiero morir.

Al cerrar sus ojos, pensó lo peor. Escucho un grito por parte del soldado, que hizo que los abriera nuevamente.

Una bruja anciana de baja estatura, lo baño con un balde de acido, haciendo que cayera al suelo.

—Salte sobre él y sigueme. Rapido—dijo de manera apurada, salió corriendo hacia el lado derecho.

—¡Espere!—exclamó obedeciendo su orden, la sigue en dicha dirección.

Observo que ella ha entrado en una casa grande y elegante, sin dudarlo entro y cerro la puerta con lentitud.

Observó con disimulo por la ventana, los otros soldados que la estuvieron siguiendo, corrieron de largo por toda la calle.

—Estuvo cerca, gracias anciana—dijo al mirarla con agrado.

—llamarme, Kikyo Tanaka—Pidió a la anciana sin molestarme, se sento en el sofa.

—Mucho gusto, soy Kaori y tienes una casa muy bonita—dijo, al acercarse para mirarla de pies a cabeza, luego la decoración de la casa. Resulto ser muy antiguo por los objetos provenientes de Tokio, Japon.

—Muchas gracias, veo que esos soldados te molestaron ¿verdad?—afirmando con desagrado, le sostiene su mano derecha con su derecho, invitando a sentarse a su lado.

—Si, ellos quieren matarme o reclutar a la fuerza, para el servicio de aquella corporación corrupta—contesto sin rodeos al ponerse seria, la acompaño en el sofa, por el momento quiso olvidarlo para concentrarse en su contraria.

—Me alegra haberte ayudado—argumento, se rasco su cabeza con su mano izquierda y se apeno mucho, no queriendo echarla de la casa, por tener un compromiso que hacer—Me gustaría quedarme a charla con usted, pero debo hacer una busqueda.

—Entiendo, aun asi quiero ayudarle como pago por lo que has hecho por mi—expreso con entusiasmo, sonriendo con confianza. Fue lo unico que se le ocurrió, no supo el como agradecer a la anciana.

—Bueno, lo que busco es una hija adoptiva para que se quede con mis poderes y se convierta en la maga clase SS—explicó con seriedad, no confia en las palabras de la desconocida e inicia sus sospechas dentro de su mente.

—¿Maga?

La mujer se quedo sin posibilidades de ayudarla, ya que no conoce a ninguna zophantropo que tuviera la capacidad de alta resistencia para poseer mas poderes.