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Zaun. Algo tenía este lugar que hacía que mi corazón latiesen con intensidad y escalofríos me recorrieran la espalda, siempre que me ponía en el punto más alto de la ciudad y miraba para abajo viendo la intensidad de las luces por los carriles, el humo de las tuberías inundando algunos caminos y la gente de distintos tipos recorrer la ciudad. Desde niña me eh acostumbrado a siempre que me siento asfixiada por los problemas de abajo escapa huyendo hacia el punto más alto de la ciudad, era tentador pensar en subir más arriba pero mi cobardía para descubrir cosas nuevas siempre me lo impedía, era una mujer de rutina si se puede llamar así.
Matar no es lo mío, cada vez que pienso en eso me pasa un sentimiento de culpa sin siquiera haberlo hecho, no me creo capas de empuñar una arma en mis manos y siquiera detonarla, tampoco soy del estilo de robar, creo que el trabajo honesto en una sociedad llena de deshonestidad vale más. Bien si no mato ni robo aquí, ¿a que más me puedo dedicar aquí?, para nada a los servicios sexuales y nada por el estilo, de hecho puede sonar un poco raro pero soy inventora. Es algo difícil ser inventora en un lugar con oportunidad de trabajo deplorables.
No sé de dónde surgió esta pasión pero desde que tengo memoria solo eso es lo que recuerdo de mis padres. No suelo hablar de ellos, no puedo. El sentimiento de dolor me inunda mi mente y corazón cada vez que hablo de ellos.
Era una niña, una niña de tan solo 7 años, a esa edad fue el último recuerdo que tengo de mis padres. Mi padre era inventor, él trabajaba en un pequeño negocio aquí en Zaun, un negocio honesto y respetado, era tanto así que incluso gente de la ciudad del Mañana, Piltover, venía para comprar de las creaciones de mi padre. Mi madre era maestra en la universidad de Piltover, era una gran científica, ¿por qué se mudó aquí?, por amor a mi padre, ella creció en cuna de oro pues sus padres mis abuelos eran de allá, estudió y trabajó en la misma universidad, y justo ahí conoció a mi padre, un pasante de la universidad proveniente de Zaun, dos mundos completamente diferentes. Se quedaron tan perdidamente enamorados que desde el primer momento sabían que eran el uno para el otro. Al juntarse querían quedarse a vivir en Piltover por las maravillosas oportunidades que ofrecía pero, los concejales prohibieron la estadía de gente de Zaun en Piltover por lo que mi padre fue deportado a Zaun. Los padres de mi madre al enterarse que mi padre era de Zaun les prohibieron el amor a aquellos dos joven, a lo cual mi madre decidida a que mi padre era el amor de su vida dejo todo, su trabajo , su dinero su familia, su vida, para ir a Zaun con él y empezar el una vida junto al hombre que amo hasta la muerte.
Ella lo hizo por amor sabiendo que perdería una calidad de vida tan buena.
Ellos con su trabajo honesto lograron conseguir un buen piso en un edificio bien conservado por los carriles superiores, donde llegaba la luz todavía y había buen aire, un poco menos contaminado que el de los carriles inferiores. Mis padres siguieron con sus vidas tratando de darle una buena vida a la niña que pronto daría a luz mi madre, ósea yo. Mis padre con el negocio y mi madre dando clases privadas a los niños más privilegiados de la Élite de Zaun.
