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Cuando Noeul entró al salón, buscó rápidamente su lugar al lado de Peat, quien ya estaba acomodado y revisando algunas cosas en su mochila. Apenas se sentó, Noeul soltó un suspiro, como si hubiera estado conteniendo la respiración todo el camino.

—¿Qué pasa, Eul? —preguntó Peat, levantando una ceja.

—Nada, solo... estaba pensando —respondió Noeul, todavía sintiendo el calor en su rostro al recordar lo que había sucedido con Boss momentos antes.

Peat lo miró curioso y cambió de tema.

—Ah, por cierto, ¿qué harás hoy después de clases? —preguntó Peat.

—Ah, bueno... Boss nos invitó a escuchar a sus amigos tocar esta tarde en un bar, es un lugar para menores, así que no hay problema con las bebidas —dijo Noeul, con una sonrisa tímida.

—¡Oh! Eso suena divertido. Le diremos a Pooh también. Ya sabes que él siempre está buscando algo emocionante que hacer —respondió Peat, entusiasmado.

—Lástima que esté en otra clase... pero seguro querrá unirse cuando se lo digamos —añadió Peat, moviendo la cabeza con una sonrisa.

Entonces, Peat notó algo raro. Su mirada se dirigió directamente al cuello de Noeul, donde la corbata estaba ligeramente desajustada. Frunció el ceño, intrigado.

—Espera un momento... —dijo Peat, acercándose un poco más para mirar bien—. Esa no es tu corbata, ¿verdad?

Noeul se tensó al escuchar la pregunta, y su cara, que ya estaba un poco sonrojada, se volvió más roja aún al recordar el momento en que Boss le había dado su propia corbata y, sobre todo, el beso en la frente. Tartamudeó al responder.

—Eh... bueno... sí, pero... no es lo que piensas —murmuró.

Peat se quedó en silencio por un segundo antes de que sus ojos se abrieran de par en par y su boca formara una "O" de sorpresa.

—¡Es de Boss, ¿verdad?! —exclamó, casi levantándose de su asiento. Su voz contenía tanta emoción que casi se le escapó un gritito.

Noeul no supo qué decir. Quería explicarlo, pero cada vez que intentaba abrir la boca para justificar lo que había pasado, solo tartamudeaba más.

—Y... y... no es... o sea, sí es de él, pero fue porque... no quería que me regañaran... —intentó decir, pero el nerviosismo era evidente en su voz.

Peat se reía divertido, dándole ligeros codazos.

—¡Sabía que entre ustedes había algo raro! —dijo, guiñando un ojo—. ¿Y ese sonrojo? No es solo por la corbata, ¿verdad? ¿Qué pasó con Boss? ¡Cuéntamelo todo!

Noeul quiso responder, pero la puerta del salón se abrió de golpe, y la profesora entró con paso firme, deteniendo el caos en el aula.

—Saquen su libro de texto y abran en la página 34 —ordenó la profesora sin demora.

Noeul suspiró aliviado. Por un momento pensó que la situación se estaba saliendo de control, pero la llegada de la profesora lo salvó. Mientras sacaba su libro, podía sentir a Peat mirándolo de reojo, claramente interesado en seguir la conversación más tarde.

 Mientras sacaba su libro, podía sentir a Peat mirándolo de reojo, claramente interesado en seguir la conversación más tarde

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Destiny's Clock // BossNoeulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora