10

50 8 0
                                    


Cuando Boss y Noeul llegaron al club, el ambiente estaba lleno de energía. Las luces de colores se movían al ritmo de la música mientras chicos y chicas ya llenaban el lugar. En la entrada, se encontraron con Peat y Pooh, que ya los estaban esperando.

—¡Ahí están! —exclamó Peat, levantando la mano para saludar.

—¿Están listos para pasarla bien? —agregó Pooh, sonriendo ampliamente.

—¡Claro! —respondió Noeul, aún sintiendo el rubor de las palabras que Boss le había dicho antes, pero intentando ocultarlo.

Caminaron juntos hacia el interior, donde la música vibrante llenaba el lugar. Mientras se acercaban al escenario, Noeul notó a alguien familiar sobre la tarima, cantando y moviéndose con total confianza. Era Luke, el chico del colegio que le había hecho pasar malos ratos en el pasado.

El corazón de Noeul se aceleró, pero antes de que pudiera reaccionar, Luke lo vio y, sin dudarlo, bajó un poco del escenario. Sonriendo con esa actitud despreocupada que lo caracterizaba, se acercó a Noeul mientras cantaba y le acarició el cabello con una sonrisa juguetona.

—¡Hola, pequeño! —dijo Luke, casi de manera burlona, antes de regresar al centro del escenario, donde el público lo vitoreaba y aplaudía.

Peat y Pooh, al notar la interacción, no tardaron en bromear.

—¿Así que eres cercano a los chicos populares ahora, Noeul? —bromeó Peat, guiñando un ojo.

—¡Vaya, vaya! No me lo esperaba —añadió Pooh, divertido.

Noeul bajó la cabeza, un poco avergonzado por la situación. Sin embargo, antes de que pudiera responder a las bromas, sintió el cálido aliento de Boss cerca de su oído, lo que hizo que su corazón saltara.

—¿Luke es tu amigo? —preguntó Boss en voz baja, con una ligera seriedad en su tono.

Noeul negó rápidamente, girando un poco para mirarlo a los ojos.

—No, solo es un conocido... nada más —respondió, intentando sonar calmado.

Boss le dedicó una sonrisa tranquila, una que lo hizo sentir aliviado.

—Está bien, me alegra escuchar eso —susurró, acercándose lo suficiente como para que su presencia le resultara reconfortante.

Siguieron disfrutando de las canciones y de las bandas, hasta que escucharon que alguien llamaba a Boss.

—¡Boss! Me alegra verte aquí —dijo, dándole una palmada amistosa en la espalda antes de soltarlo.

Boss sonrió ante el gesto. Pavel siempre había sido efusivo con sus muestras de afecto, lo que le arrancaba una pequeña risa cada vez.

—Me alegra verte también, Pavel —respondió Boss, correspondiendo el abrazo.

Una vez que se separaron, Pavel dirigió su mirada a los chicos que estaban con Boss. Se tomó un segundo para saludarlos con una sonrisa amable.

—¡Hey, chicos! —dijo, haciendo un gesto con la mano—. Gracias por venir a vernos tocar esta noche.

Peat y Pooh le devolvieron el saludo con sonrisas. Sin embargo, Pavel notó algo especial en uno de los chicos: Pooh. Se quedó observándolo un poco más de lo necesario, notando su apariencia tranquila y su aire de inocencia. Había algo en él que lo hacía... encantador, aunque no podía definir exactamente qué. Pavel sacudió la cabeza, recordándose que debía mantenerse enfocado.

Volvió a girarse hacia Boss, su expresión volviéndose un poco más seria.

—Necesito hablar contigo un momento —dijo Pavel, bajando un poco la voz para que los otros no lo escucharan.

Destiny's Clock // BossNoeulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora