juntos en lo desconocido

la huida desesperada

Alejandro abrazó a Camila con fuerza, tratando de encontrar consuelo en medio del pánico. La figura oscura seguía acercándose, y ambos sabían que no tenían mucho tiempo.

-Tenemos que hacer algo (susurró Alejandro, su mente trabajando frenéticamente para encontrar una solución).

Camila miró a su alrededor, buscando desesperadamente cualquier cosa que pudiera ayudarles a salir de esa situación. Entonces, vio una ventana al otro lado de la habitación.

-¡La ventana! (exclamó, señalándola).

Alejandro asintió y juntos corrieron hacia la ventana. Intentaron abrirla, pero estaba atascada. Alejandro usó toda su fuerza para forzarla, mientras la figura oscura se acercaba cada vez más. Finalmente, la ventana se abrió con un crujido. Alejandro ayudó a Camila a salir primero, asegurándose de que estuviera segura en el otro lado antes de seguirla. Justo cuando la figura oscura estaba a punto de alcanzarlo, Alejandro logró salir y cerró la ventana detrás de él.

-¿Estás bien? (preguntó Alejandro, respirando con dificultad).

-Sí, gracias a ti (respondió Camila, sus ojos brillando con gratitud).

Sin perder tiempo, comenzaron a correr por el jardín trasero de la casa abandonada, sus corazones latiendo con fuerza en sus pechos. La figura oscura golpeó la ventana desde el interior, pero no los siguió. Ellos salieron de la casa logrando escapar, lo que había pasado no lo podían olvidar, pero el hecho que estuvieran juntos sanos y a salvo los hacia olvidar un poco el miedo y así volvieron a sus casas. (sus padres los castigaron por salir sin permiso).