MALVAVISCO
Desde que habían empezado el secundario, Tenten, Lee y Neji tenían la tradición de ir de campamento cada año. Ahora, en su último año, no iba a ser una excepción. Aunque, esta vez, todo parecía más complicado.
Tenten se encontraba verificando la lista de su teléfono sobre los artículos que debían comprar: linternas, repelente de mosquitos, agua, pan, café, arroz, huevos, tocino, tomates, lechuga, manzanas, una caja de fósforos.
- ¿Nos estamos olvidando de algo?- preguntó, levantando la vista hacia sus dos mejores amigos. Pero solo encontró a Neji junto a ella. Frunció el ceño - ¿Y Lee?
- Creo que lo vi coqueteando con Sakura en el pasillo de limpieza. - respondió Neji con indiferencia mientras añadía unas bolsas para la basura al carrito.
Tenten suspiró, larga y pesadamente. No era que le molestara Sakura, al contrario, le caía bien. Tal vez no al nivel de Hinata, pero nunca habían tenido problemas. Sin embargo, cada vez que veía a Lee persiguiendo a Sakura, un nudo se formaba en su estómago.
¿Por qué Sakura? pensaba. No era difícil entender por qué a tantos chicos del instituto les gustaba. Sakura era bonita, femenina, inteligente, encantadora... perfecta. Pero lo que realmente no podía comprender era por qué Lee, después de ser rechazado tantas veces, seguía insistiendo. ¿Por qué no se da cuenta de que estoy aquí, a su lado, todo este tiempo?
- Todavía no le has dicho nada a Lee, ¿verdad? - la voz tranquila de Neji interrumpió sus pensamientos. Su mirada la atravesaba como si supiera exactamente lo que pasaba por su mente. - ¿Cuándo piensas hacerlo?
- Pronto. - respondió la castaña, fingiendo que revisaba algo en su teléfono para evitar la intensidad de su mirada.
- Eso dijiste ayer. - replicó Neji, cruzándose de brazos. La conocía demasiado bien como para dejarse engañar. - Me pediste que inventara una excusa para no ir al cine con ustedes porque supuestamente ya se lo ibas a decir.
Tenten soltó un bufido frustrado y apartó la vista.
- Lo intenté, pero hubo... inconvenientes.
- ¿Qué clase de inconvenientes? - Neji arqueó una ceja, su tono impasible pero curioso.
- Naruto apareció de la nada, ¿qué iba a hacer? No podía decirle que se fuera. Habría sido una grosera. - respondió ella, cruzando los brazos.
- Si no confiesas pronto, terminarás con el corazón roto. - le aconsejo Neji, sin rodeos. Mientras empujaba el carrito hacia la fila para pagar, su tono tenía un toque de advertencia que resonó en Tenten.
Lo sé, lo sé... pero es más fácil decirlo que hacerlo, pensó Tenten, sintiéndose atrapada. Finalmente, con determinación fingida, murmuró:
- Se lo diré en el campamento. Te lo prometo.
Neji asintió, aunque sus ojos dejaban claro que dudaba de su amiga.
- ¡Chicos! - la voz de Lee rompió la tensión, seguido por su figura enérgica acercándose al carrito. - ¡Qué alivio que todavía no pagaron!
Antes de que Tenten pudiera reaccionar, Lee depositó un paquete de malvaviscos en el carrito con una sonrisa triunfal.
- ¿Qué significa esto? - preguntó Tenten, alzando una ceja mientras sacaba el paquete y lo sostenía frente a él.