Dejame amarte Draco Malfoy •Drarry•

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Porqué?, porqué, yo de todas las personas tiene qué ser el único imbécil que tome tutorías para el idiota de Snape?

Caminaba a paso apurado hacia la biblioteca para buscar algunos libros de pociones y tratar de mejorar mis notas. No entendía porqué, pero siempre me iba del asco en esa materia, quizás era porqué Snape me odiaba o porque realmente era horrible en eso.

Da igual, mientras estaba en la biblioteca buscando libros para llevarlos a mi habitación me percate de qué había una cabellera rubia y perfectamente peinada en las mesas del fondo, era el idiota de Malfoy, que hacia en la biblioteca?, Quiero decir por supuesto que estaba leyendo, pero a lo que me refiero es que nunca lo habia visto aqui.

Me acerqué un poco para ver qué estaba leyendo, no es qué me importará, solo tenía curiosidad de saber. Cuando me acerque lo suficientemente me di cuenta que estaba leyendo varios pergaminos y libros y anotaba en un pequeño cuaderno de vez en cuándo.

Me quedé un rato observandolo viendo como hacia muecas algo graciosas y de vez en cuando soltaba un suspiro completamente frustrado porqué seguramente no entendía nada. En un momento parecía incluso qué quería morirse, y la verdad era entretenido verlo, incluso me saco unas pequeñas sonrisas.

Ya resignado se dejó caer contra los libros y escondió su cabeza entre sus brazos, y podría jurar por mi madre qué escuche un pequeño pero aún audible sollozo. Se sintió raro pero decidí qué ya debía irme, ya tenía los libros que necesitaba, siquiera sabía qué estaba haciendo espiando a Malfoy. Y cuando me voltee para irme la voz del rubio me paro.

-Se que me estás espiando Potter, no soy estúpido. Dijo en ese tono sarcástico tan único de un Malfoy, aunque sonaba apagado.

Me quedé paralizado al darme cuenta de qué todo este tiempo sabía de mi presencia a unos poco y nada de metros de el, pero me recuperé rápidamente y me voltee para ver qué me miraba con esa típica sonrisa qué emanaba tanto superioridad como elegancia.

-No te estaba espiando Malfoy, solo estaba buscando unas cosas de pociones.

-Realmente eres estúpido si piensas qué voy a creerte eso.

No pude evitar sonreír y soltar una suave risa, me gustaba a veces lo tan obvio que era.

-Bueno si te estaba espiando lo admito, solo tenía curiosidad, y si me permites preguntar, que estás leyendo? Dije mientras me acercaba un poco más a el y observando sus pergaminos y apuntes.

La mirada de Malfoy paso de ser de burla y arrogancia a una un poco más... Curiosa quizás, no lo sabía muy bien, dudó en responder pero finalmente se eligió por ser honesto y dejo escapar un suspiro antes de responder.

-Son cosas de Transformación, Cuidado de criaturas mágicas y... Defensa contra Artes Oscuras.

Mientras hablaba había un notable pero a la vez ligero temblor en su voz, y sus manos estaban temblando bastante.

-Por qué estudias esto?

Me daba cierta mala espina que Draco estuviera estudiando, era alguien demasiado inteligente como para necesitarlo y el mejor qué nadie lo sabía.

-Me siento estúpido contándote esto pero... Dudo antes de responder. Mis notas están algo bajas y ya dentro de poco son los exámenes, así que debo apurarme, pero la verdad, no entiendo una mierda.

Mientras hablaba note qué estaba demasiado cansado y qué su voz parecía apagarse cada vez más, era obvio qué llevaba días o quizás semanas tratando de entender todo.

Me sorprendió el hecho de qué no estuviéramos discutiendo o a los golpes como siempre, aunque la verdad lo apreciaba, yo tampoco estaba de humor para discutir con el.

-Te soy honesto me sorprende qué no lo entiendas, es demasiado fácil, diría qué es hasta estúpido de entender.

Hablé mientras tomaba una silla qué estaba por ahí y me sentaba a su lado, aún mirando los pergaminos y de reojo lo miraba a el.

-Si quieres yo puedo ayudarte, no tengo problema.

Me voltee a verlo y acerqué mi rostro un poco al suyo con una sonrisa esperando qué aceptará mi propuesta, no sabía porque, pero realmente quería ayudarlo, aunque había algo raro en Malfoy, alcance a ver qué sus manos estaban temblando más qué antes y su pierna saltaba nerviosamente bajo la mesa.

-No te me acerques así Potter.

Y luego de eso me dió un ligero empujón para qué me alejara, supuse qué solo quería su espacio.

-En serio dices que puedes ayudarme?, no eres precisamente alguien muy inteligente.

-Oye, tal vez no soy la persona más lista del mundo, pero soy bueno en esas materias y las entiendo muy bien. Además tú podrías hacerme un favor como recompensa.

Nuestras miradas por primera vez conectaron en todo ese tiempo, el siempre tenía la mirada baja o realmente estaba viendo cualquier cosa menos mis ojos, no pude negar que quede completamente perdido en esos ojos, tenían un color tan peculiar y hermoso que era difícil no quedarte perdido en ellos, tenían un color grisaseo acompañado de un ligero pero aún notable azul, me recordaba a los días nublados.

-Y, qué sería esa recompensa?

-Que me ayudes con pociones, o más precisamente qué seas mi tutor. Si no quieres está bien, puedo buscar a alguien más, pero eres el mejor en eso y realmente necesito aprobar esa porquería.

El se rio, pero, no fue una risa arrogante o sarcástica, era una más real, más honesta, mostrando sus dientes blancos y perfectamente derechos, odiaba lo fácil que podía sentirme inferior al lado de Malfoy, aunque nunca lo admitiría.

-Okay, okay, te ayudaré con pociones y tu me ayudas con esto, pero debes ser puntual, no me gusta perder mi tiempo.

Casi me lancé a abrazarlo cuándo acepto ayudarme, pero me contuve y solo le dediqué una sonrisa acompañada de un "gracias". Realmente necesitaba su ayuda, aunque sorprendió lo fácil qué fue capaz de aceptar mi propuesta, pero tenía miedo de decirle algo y qué se terminara arrepintiendo, era mejor no arriesgarme.

-No me agradezcas Potter, solo lo hago para qué me ayudes. Entonces, te parece vernos aquí mañana, a la misma hora después de clase?

-Por supuesto, no tengo problema.

Pude ver de nuevo esa preciosa sonrisa antes de qué se levantará y guardara sus cosas para poder irse. Y cuando estaba por alejarse, se volteo a verme y me susurro un pequeño "descansa cara rajada".

Y no pude evitar reírme, típico de Malfoy, pensé. Me quedé un rato más sentado en aquel escritorio donde estaba hace un rato con Malfoy y me puse a pensar en lo qué acababa de pasar.

Malfoy quizás no era mala persona, tal vez solo era un idiota, pero era estúpido pensar eso, por una simple razón. Todo lo que nos hizo a mi y a mis amigos, y quien sabe qué más habrá hecho a otros estudiantes. Aunque conmigo está vez fue distinto, era un Malfoy más transparente, más real y más honesto, aunque no perdía su toqué.

Quien sabe cuánto tiempo habrá pasado qué no me había dado cuenta qué había empezado el toque de queda y Flinch estaba rondando por la biblioteca, tuve qué ser rápido y saqué mi capa de invisibilidad para esconderme.

Logré salir con éxito de la biblioteca y me dirigí a la sala común de Gryffindor, con un ultimo pensamiento.

Tal vez no era mala idea ser amigo de Malfoy.