Capitulo XXXVI

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Las palabras de Doyun habían quedado resonando en la mente de Jisung

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Las palabras de Doyun habían quedado resonando en la mente de Jisung. ¿Qué quería decir con eso de que al padre de Minho nunca le importó lastimar a su propia sangre? Sabía que el hombre había sido una figura cruel y despiadada en la historia de los Lee, pero la idea de que pudiera haber herido a Minho directamente era un pensamiento que se resistía a aceptar.

Sin embargo estaba dispuesto a preguntar.

Estando en la privacidad de su hogar mientras Minho aplicaba crema en su vientre decidió aprovechar el momento y sin más demora, soltó la pregunta.

— Min ¿a qué se refería Doyun cuando dijo que a tu padre nunca le importó lastimar a su propia sangre? — preguntó, sus ojos buscando la verdad en los de Minho.

Minho se quedó en silencio su mano deteniéndose momentáneamente mientras asimilaba la pregunta. Por un momento su mirada se ensombreció y luego con un tono gélido respondió.

— Palabras sin importancia — dijo volviendo a sus movimientos de caricias, aunque la frialdad en su voz lo traicionaba.

— Está bien… — murmuró Jisung con un tono de dolor sutil, aunque evidente.

Minho notó el cambio y finalmente se acercó a él, dispuesto a abrirse, aunque solo un poco.

— ¿Realmente quieres saber? — preguntó acercándose hasta que sus ojos se encontraron, la tensión visible en su rostro.

— Si es algo que te pone tan tenso, sí quiero saberlo — dijo Jisung con una mezcla de suavidad y firmeza.

Minho lo abrazó  llevándolo hasta la cama, donde ambos se recostaron. Jisung apoyó su rostro en el pecho de Minho rodeado de sus brazos protectores, como si él mismo necesitara ser envuelto en esa intimidad para poder revelar lo que ocultaba.

— Después de que mamá murió, mi padre se encargó de mí… pero ya te he dicho fue más un mentor que un padre. Los primeros años mientras ella estaba viva, fueron clases de defensa personal. Mi madre insistía en que él no interviniera en mi crianza o al menos trataba de alejarme de sus métodos… hasta que ya no pudo evitarlo.

Jisung escuchaba cada palabra notando cómo Minho hablaba de ello con una calma que rayaba en la frialdad, aunque entre líneas se percibía el peso de lo vivido.

— Cuando tenía ocho años… no diría que fue una tortura, pero la forma en que mi padre me moldeó no era algo que alguien de afuera entendería. Comencé con entrenamientos intensos y conocí a Changbin ya que su padre era el encargado de entrenarnos, de hacernos los mejores. Aprendí a pelear a mantenerme firme y luego… vino lo que realmente significaba vivir en este mundo.

Minho hizo una pausa su expresión vacía, como si estuviera mirando un recuerdo distante.

— La primera vez que maté a alguien no fue porque yo lo eligiera. Mi padre estaba ahí esperando. — Una sonrisa amarga se asomó en sus labios — Él dijo que un lider no se podia permitir la debilidad. Y en ese momento tal vez… fue cuando entendí que su forma de amar no era la de un padre, sino la de un hombre que quería asegurarse de que yo sobreviviera y fuera el mejor a cualquier costo.

𝐂𝐚𝐝𝐞𝐧𝐚𝐬 𝐝𝐞 𝐋𝐮𝐧𝐚 ~ 𝐌𝐢𝐧𝐬𝐮𝐧𝐠Donde viven las historias. Descúbrelo ahora