Itadori Yuji se despierta en un mundo donde todo es igual, pero diferente. Su vida cambia drásticamente cuando descubre que varios de sus amigos y compañeros ahora son mujeres.
Todos los derechos a sus creadores.
Yuji se despertó con un dolor intenso en todo su cuerpo. Recordaba la batalla contra Sukuna, el Rey de las Maldiciones, y cómo había sido incapaz de derrotarlo. La última imagen que tenía era la de Sukuna sonriendo mientras lo aplastaba con su poder.
Abrió sus ojos, sorprendiéndose de estar vivo. Al levantarse, vio que estaba en un lugar conocido. Ahora no se acordaba el nombre, pero era el lugar de Shoko.
Miró alrededor viendo a Shoko, la cual veía al chico sorprendida de su repentina resurrección, pero algo le llamaría la atención. Era una figura femenina muy parecida a su profesor, ¿será su hermana?
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
-Miren quien despertó, es Itadori Yuji -Dijo la chica mirando al joven-
-Perdona, pero... ¿La conozco? -El chico lo dijo con total inocencia mirando a la mujer; sinceramente, para él se le hacía una chica bastante atractiva-
La mujer se vio ofendida. ¿Cómo es posible que su alumno no se acuerde de quién es ella? Rápidamente, se puso en una posición dramática para recordarle a su estudiante quién es.
¡Soy yo, la gran Gojo Saori, la hechicera más fuerte! -Dijo con mucho orgullo-
El joven, al ver la actitud de la mujer, se le irían todos sus pensamientos, reconociendo que era una versión de su profesor, pero femenina. Después de todo, ¿quién sería tan ególatra?
-Ah... Sí, ya me acordé quien eras -Dijo riendo suave y nerviosamente-
Sintió como alguien tocaba su hombre, al mirar vio que era Shoko que traía su ropa, curioso vio que estaba desnudo, lo cual hizo que se pusiera nervioso, rápidamente agarro su ropa y se fue a vestir a otro lugar.
-¿Ahora que harás, Saori? -Dijo la doctora, curiosa de lo que podría suceder ahora que el chico estaba vivo- También tendrás que preguntarle como esta vivo.
-Pues... tendré que ocultarle todo a esos peces gordos, y luego lo llevaré a que entrene su energía maldita -Dijo Gojo sintiéndose muy genial como profesora-
Shoko solo suspiraría ante la actitud de su amiga, no queriendo preguntarle que cosa tenía en mente para el entrenamiento del chico, solo se sentó y comenzó a revisar papeles.
-¿No estas interesada en mis grandes planes? -Dijo Gojo haciéndose la ofendida-
-Para nada
Gojo solo hace que se ofendió y se va de la habitación, chocando con Itadori que justo iba saliendo con la ropa ya puesta.
-¡Perdóname, sensei! -Itadori sostendría de la muñeca a Gojo, ayudándola a levantarse-
-No te preocupes, Itadori, mejor vámonos rápido
Gojo saldría de la habitación, Itadori solo vería a Shoko la cual le sonreiría como despedida, este solo se despediría moviendo la mano para luego salir y llegar rápido al auto junto a su profesora.
