Lucky // Unlucky

Capitulo 1: Sombras en Vianden

(Armense un opening chingon y pongan Temporary love de The living tombstone Ft. CG5 de fondo)

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(Bueno, ya continuemos)

Luxemburgo, denominado oficialmente Gran Ducado de Luxemburgo,  es uno de los veintisiete Estados soberanos que forman la Unión Europea. Se trata de un Estado sin litoral, rodeado por Alemania, Bélgica y Francia. Con una población de 660 809 habitantes sobre un área de 2586 km². El gobierno de Luxemburgo es una monarquía constitucional parlamentaria unitaria, siendo el único gran ducado soberano en la actualidad. El Estado tiene una economía altamente desarrollada, disfrutando de un producto interior bruto per cápita de los más altos del mundo, de acuerdo con el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional.

Todo perfecto para una pacífica vida ¿No es así? ¿Y si hubiera una persona que, con el toque de un menique, pudiera cambiar el destino de aquel país? Pues eso fue lo que comenzó en el pequeño pueblo de Vianden, la joya de Luxemburgo y uno de los pueblos más bonitos jamás visto. Lo tiene todo, casitas de colores atravesadas por el río Our, bosques colindantes y un magnífico castillo medieval en lo alto de una colina, que domina todo el pueblo. Un lugar simple y tranquilo ¿no?

(Pongan Thunder de Imagine Dragons de fondo)

Una mañana grisácea de febrero (cuando el invierno hacia calar los huesos del frio y la niebla hacía difícil ver más allá de lo que uno tenía enfrente a unos pocos metros de distancia) Caleb se dirigió a hacer compras ya que se había quedado sin víveres.

A pesar de ser un hombre adinerado, gracias a la enormes ganancias que le producía su trabajo como programador indie, había preferido vivir de forma modesta; si quería comida, iba a la tienda y la compraba, si fallaba su internet llamaba personalmente a la empresa que le instalo la antena, si su salud no estaba bien, prefería ir al médico antes que contratar a un médico particular.

Odiaba la idea de vivir como un rey, lo aborrecía con lo más profundo de su alma resguardada en sus 1.68m de altura.

Con una de sus manos en su chaqueta azul con negro, Caleb caminaba sereno e inapagable por las calles de su pueblo, iluminada tenuemente por las luces de las casas de las cuales algunos vecinos salían para saludarlo.

Desde hacía años lo conocían con el apodo de ¨El niño dorado¨, no solo por ser de los más bajos en el pueblo, sino también porque era alguien que ayudaba a quien lo necesitara, algo que de alguna u otra forma iba acompañado de algún evento afortunado que hacía del pueblo un lugar mágico.

Ese día en especial era bastante amargado para Caleb; su ropa no secó por la niebla, su pedido de Takeaway.com no llegó, tuvo que dejar a medio hacer su nuevo videojuego ¨Last dream VII¨ que lleva programando toda la vida y que le produjo la fortuna que ostenta en la actualidad (y que para esas fechas se encontraba lleno de bugs, lo cual de hecho le preocupaba ya que de no repararlo para antes de finales de marzo lo llevaría a perder a varios de sus fanáticos más fieles) y para colmo la misma niebla le empezó a fastidiar la visión, por lo que tuvo que caminar la mayor parte del camino con la vista entrecerrada.

Pero esto no es todo, su buena voluntad lo obligó a ir hasta la barbería ¨Manieri Coiffeur¨, ya que el barbero le había prestado dinero al padre de la iglesia y como éste estaba ocupado preparando la misa del domingo, le pidió de favor a Caleb ir hasta aquel sitio para entregarle el dinero.

Tras hacer la entrega del dinero salió del sitio renegando, ya que en todo el día no había hecho más que perder dinero y tiempo en atender las necesidades de otros, sin embargo, el saber que alguien le pidió ayuda y no la brindó sería algo que remordería su consciencia durante las siguientes semanas, cosa que no se podía permitir que ocurra.