EL NIÑO FRESA NO QUIERE CON MINHO

16. Puro pinche Cruz azul ala verga

•Minho•

Finalmente mi Pastelito me había dicho que si, me puse bien pinche contento y al siguiente dia organicé una pedota para que toda la pinche colonia arguendera se enterara de que ya éramos novios.

El primero en enterarse fue el pelomierda, mi homie. Simón que se alegró y me ayudó a organizar el merequetengue.

Ya andábamos todos en la peda, los pinches vecinos mierdas también andaban ahí, pero les pedimos coperacha para comprar el pisto. Entre todos juntamos $5000 y llenamos un pinche tinaco con aguas locas.

Cómo el Hyunjin nomas conocía a mis carnales y a mí, anduvo todo el rato pegado a mi, parecía chicle el condenado. Y yo re feliz de la vida.

Pero ora si que como diría la bruja de mi jefa... Al chile ya no me acuerdo, pero era algo así de que todo lo bueno trae algo malo. Y ahuevo qué sí.

El pinche vato mierda, culo, pendejo, cabrón, puto, pelo teñido, hijo de papi, había llegado a aguarnos la pachanga.

Llegó en una limosina. ¿Para qué chingados necesitaba una perra limosina? Ni que fueran sus xv. Todo ridículo el wey este.

Ya me le iba a dejar ir a los madrazos cuando mi Tamalito me detuvo.

- Déjalo, yo lo invité. Iré a hablar con él, por favor aquí quédate. - Iba a decirle que no estuviera diciendo pendejadas, pero me contuve, me puso su carita de gatito.

- Ta' bueno pues, pero si se te acerca más de un metro, le doy un levantón con la troca del Jisung. -

Me vió feo por unos segundos pero al final se rió y aceptó. Luego se fue con el desabrido aquel.

•Hyunjin•

- Gracias por venir, Jeongin. Tenía algo importante que decirte....

- ¿Que tú y el malandro ese ya andan?, Ya sabía. -

- ¿Cómo te...?-

- Súper fácil, contraté un detective privado para que los observara a los dos. Deberías cerrar las cortinas de la sala. Pero no pasa nada, en buen plan, creo que me precipité super heavy y pues así. Pero neta, terminamos en super buenos términos, sin rencores y asi. ¿Pinki promise? - Me acercó su meñique.

- Pinki promise. -

- Aparte qué crees, conocí a un niño, asi super buena onda, tipo de esos super lindos, luego te lo presento, se llama Felix. -

- ¿Felix?, Me suena conocido. De casualidad, ¿Es rubio y arrogante? -

- Yo no diría arrogante, más bien así de que es muy directo y seguro, y si, es rubio natural, mega bonito su cabello. -

- Ven conmigo. -

Jeongin me siguió y fuimos a la fiesta. Estaba buscando a Changbin.

- Aquí está tu "niñazo" -

Por alguna extraña razón, Felix, el fresa de la cuadra (según Minho), era amigo del drogadicto de la cuadra, Changbin.

Felix, quién estaba casi encima del Changbin, en cuanto vió a Jeongin, se dejó venir y dejó al pobre (o afortunado) crikoso en paz.

- Reeeeeeey, ¿Cómo estás?, Hace mucho que no te veía, tu Dad te había cancelado la tarjeta ¿o qué? - Dijo el fresa, digo, Felix.

- Ay no, cómo crees, es que me fui de vacaciones a Europa, ya sabes, de compras y así, lo normal. -

Los dejé hablando y me fui con mi Honnie.

•Minho•

De repente el Hyunjin se me desapareció con el mirrey, me puse en modo chacal, ante cualquier cosa suelto el putazo.

Andaba buscando a mi solecito y al otro pendejete pero no los encontraba por ningún lado, ora si ya se van a armar los putazos.

Ya me había ido por el fierro para golpear gente y que un pendejo me espanta. Estuve a punto de darle un fierrazo pero ví que era mi experto en perreo intenso favorito.

- ¿Ya se fue a la chingada el hijo de papi? -

- No, está en la fiesta, con Felix. -

- Cómo no se me ocurrió antes, esos dos se caen como anillo al dedo. Por cierto, ¿No hubo pedos?, ¿Tas bien? -

- Perfecto. -

Nos besamos por un largo tiempo y regresamos a la fiesta.

- Hynnie, hay algo que te he querido decir por mucho tiempo...

- ¿Qué es? -

- Es algo muy personal, espero no te agobies, te quiero decir que.... mientras yo tenga cara, tu vas a tener en dónde sentarte.

Lo golpee en el hombro, él ya sabía que no me gustaban esas cosas, pero aún así no pude evitar sonrojarme y sonreír un poco.

Sin darnos cuenta, juntos iniciamos un viaje que no pretendiamos terminar...

•En alguna parte de esa cuidad culera•

Un adulto y adinerado empresario acababa de llegar de un viaje de negocios. Entró a la cochera subterránea de su mansión, en donde guardaba todos sus coches último modelo y antiguos. Una colección de más de 50 autos.

Conforme avanzaba por su mini estacionamiento personal, su miedo iba aumentando. Todos, absolutamente todos y cada uno de sus preciados autos tenían rayones, algunos hasta abolladuras.

Llegó hasta el final del mini estacionamiento y vió una escena que le desgarró el alma, su preciado Audi A8, que había dejado recién salido de agencia, estaba sucio, con abolladuras y rayones, y también tenía un vidrio y un foco rotos.

- Jeonjiiiiiiiiiiiiiiin. -