Voces Entretejidas

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El nerviosismo de Ray se sentía a kilómetros, no se podía creer lo de Dina. Sabía que tenía que practicar. En la casa se encontraba Ayshe preparando el almuerzo, ahí iban a conversar mejor sobre los últimos acontecimientos relacionados a futura carrera.

Ray se sentaría adelante del computador y llamaría al “30294“. Esperando la respuesta de su amigo Nat. Era una videollamada. El de pelo azabache estaba emocionado por contarle todo lo que le había pasado en el último tiempo. Solo han hablado por chat, pero no por llamada últimamente. Su amigo contestaría.

—¡Ray! ¿Qué tal? — Diría Nat feliz de ver a su amigo, aunque fuese por una vídeollamada.

—Ray, hola —. Dijo Anna contenta.

—Nat, Anna, ¿cómo están? —Dijo emocionado y contento de ver a sus amigos.

—¡Bien! ¿y tú? — Diría Anna feliz.

—¡Nos tienes abandonados! Te echamos de menos... — Diría Nat jugando con sus tonos de voz para molestar a su amigo.

—Bien, Anna. — Hizo una pausa para escuchar a su amigo pelirrojo — Tienen que venir a verme.

—¡Hey, Ray! ¿cómo es Ayshe? — Preguntó Anna muy emocionada ya que era su artista favorita.

—Ella es una chica grandiosa, muy genial, tal vez un poco reservada con las cosas que le pasan de cara al público, pero siempre está con una sonrisa para mi y apoyándome en todo lo que me pasa. Es una gran amiga. — Habló feliz Ray.

—¡Que genial! — Dijo Anna.

—Ray, tengo que decirte algo. Es sobre la carta que le dejaste a Emma.

Ray sintió que se le paró el corazón. —¿Qué pasó con eso? ¿Se la diste...?

—Sí, como la dejaste en el estudio.

Trago saliva. —No tenía planeado entregarsela... ¿qué dijo ella?

—Preguntó si era el final de todo, el final de su capítulo juntos. Se puso a llorar, estaba triste.

Ray se quedó en silencio, las palabras de Nat resonando en su mente. Sabía que había dejado esa carta en el estudio con la esperanza de que nunca llegara a Emma, pero ahora que lo había hecho, no podía evitar sentirse responsable por el dolor que le había causado. Salió una pequeña lágrimas de su ojo.

—Ray, Emma está intentando comprender por qué te fuiste sin decirle adiós. Creo que le debes una explicación —dijo Anna con suavidad.

Ray asintió, aunque no estaba seguro de qué decir. —Tal vez tengas razón. Necesito hablar con ella, aclarar las cosas. Aún que el otro día le pedí perdón después de que ella me llamara, ella también lo hizo, pero nunca me pude despedir bien...

Nat y Anna lo miraron con comprensión. —Estamos aquí para ti, Ray. Sabemos que es difícil, pero es necesario.

Ray se limpió la lágrima. — Tengo un par de cosas que contarles... Cambiando un poco el tema.

—Dinos, Ray. — Dijieron casi al unísono sus amigos.

Con una sonrisa Ray empezaría hablar, después de todo, últimamente le ha ido bien. — Bueno, me contrató la empresa «Λ7214»

—¡Que genial! — Dijo Nat.

—También tengo representante, se llama Yvette, tengo ahora redes sociales.

—¿Yvette, una chica de pelito negro y ojos rojos? — Preguntó Anna.

—Sí, ella.

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⏰ Última actualización: Nov 16 ⏰

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