Sin Querer Dejé De Odiarte [NICK & CHARLIE]

Capitulo 13

Charlie

La tormenta eléctrica es más fuerte a medida que pasan las horas pero mi atención está en el chico que no deja de besarme contra la pared.

Un beso que se torna ansioso, brusco y con una mezcla de lujuria por como nuestras lenguas pelean por el control, sus manos no dejan de tocar cada rincón de mi cuerpo.

― Te quiero.― separa sus labios de los míos para decirme esas palabras que hacen bombear a mi corazón con más fuerza, sus labios rojos, hinchados y la respiración agitada.― Te quiero solo para mí.― murmura y vuelve a besarme con fervor.

Los sonidos que dejo salir quedan atrapados en su boca, mis manos se cuelan dejabo de su camisa sintiendo sus fornidos abdominales, su pecho es enorme, Nick entiende lo que busco y levanta sus brazos para que me deshaga de su camisa.

― Cielos.― pude sentir como se formó un nudo en mi garganta al ver su cuerpo semi desnudo frente a mi, la boca se hace agua, el puede notar como estoy hipnotizado por el.

― ¿Te gusta lo que ves?.― asiento sin dejar de mirarlo, no puedo evitarlo, me gusta admirar su belleza, lo que puedo tener todos los días.― Soy completamente tuyo, Charlie.

Alcé la mirada con el deseo quemandome las venas, su manera de mirarme fijamente, el amor y el deseo reflejados en sus ojos, en la forma que su mano viaja a mi cabello para acariciarlo con delicadeza.

― Bésame, por favor.

Sonreímos antes de hundir nuestros labios en otros besos apasionados, lentos y sintiendo cada roce, cada gemido que sale de nuestras bocas, levanto mis brazos para que deslice la camisa fuera de mi, su mirada se clava en mi pecho y lame sus labios antes de pegarme más a su cuerpo.

― Yo también te quiero solo para mí, si esto es un sueño, no quiero despertar.

― No es un sueño mi amor, estoy aquí.

Un fuerte viento abre una de las ventanas, las gotas de agua que se mezclan con el viento, se escuchan los truenos, relámpagos y las hojas de los árboles moviéndose de un lado a otro.

― Charlie, recuérdame mañana arrancarle la cabeza a mi hermano por dejarnos aquí.

― ¿Te arrepentiste de estar aquí?.

― Claro que no, lo único bueno de estar encerrado en este lugar, eres tú.

Lo abrazo por la espalda reposando mi barbilla en su hombro, la calidez que su presencia me transmite, como entrelaza sus manos con las mías mientras vemos la fuerte tormenta.

― Pero si tienes razón, debemos cortarle la cabeza a los dos, mi tío también ayudó.

― La misión de ellos estuvo bien, nos ayudó a reconciliarnos, pero no pudieron ser más inteligentes y hacer esto en un lugar más seguro.

― Mi tío Mario le encanta lo improvisado, los planes no son lo suyo, pocas veces puede seguir un par de reglas.

― Se parece a alguien que yo conozco, ¿sabes quién puede ser?.

― Muy gracioso bebé, no soy tan rebelde.

― ¿Que no lo eres?. Por favor, eres el rey de la rebeldía, te dicen que vayas a este lado y tú vas al otro.

― Puede que eso haya sucedido un par de veces, puedo seguir las reglas, lo que no me gusta es que te obliguen a hacerlas.

― Touché, muero de hambre, ¿Quieres ver qué nos dejaron de cenar, amor?.

― Te ves tan lindo llamándome así, me gusta.

― Muy bien porque no planeo dejar de llamarte así.― Nick se da la vuelta y besa mi frente antes de irse a la cocina por la comida.