Después del encuentro con Taylor, Jiwoo no pudo dejar de pensar en lo que había sucedido. Aunque su amigo Sucheon decía que estaba bien, Jiwoo había notado algo en su actitud que no podía sacarse de la cabeza. No sabía por qué, pero había algo en la mirada de Sucheon, una especie de incomodidad que lo había hecho sentir un pequeño nudo en el pecho. Pero no lo mencionó. Después de todo, no quería presionar a su amigo. Si él no quería hablar sobre ello, Jiwoo respetaría su espacio.
Mientras caminaban de regreso a la casa, Jiwoo se sentó al lado de Sucheon en un banco cercano. El sol comenzaba a ponerse, tiñendo el cielo de tonos anaranjados y rosados. El aire fresco de la tarde se sentía agradable, y Jiwoo miraba el horizonte, perdido en sus pensamientos.
—¿Te sientes mejor, ahora que has salido a caminar? —preguntó Jiwoo, buscando algo de conversación para romper el silencio.
Sucheon lo miró, su expresión tranquila, casi inmutable. Sin embargo, sus ojos parecían más suaves, como si su mente estuviera lejos. —Sí, me siento mejor. No es tan malo estar fuera, de vez en cuando.
Jiwoo asintió, sonriendo levemente. A veces, sus conversaciones eran así de simples, pero no le molestaba. Estaba acostumbrado a estar en silencio con Sucheon, y esa paz le resultaba reconfortante. Aun así, no podía dejar de sentir que algo estaba por cambiar entre ellos.
Poco después, ambos regresaron a la casa de Jiwoo. A medida que entraban, Jiwoo se desvió hacia la cocina para preparar algo de beber. Estaba acostumbrado a hacer las cosas por sí mismo, pero hoy había algo en el aire que lo mantenía inquieto. Buscó una bebida fría y se sentó en la mesa, mirando a Sucheon.
—Si quieres descansar, puedes ir a tu habitación. Yo termino esto —dijo Jiwoo, con tono amable.
Sucheon negó con la cabeza, acercándose a la mesa. —No hace falta. Estoy bien. De todos modos, voy a quedarme aquí contigo.
El ambiente era relajado, pero Jiwoo podía sentir la tensión subyacente, algo no dicho que flotaba entre ellos. Decidió que no podía seguir ignorando sus pensamientos. Si algo había cambiado, lo sabría pronto.
—Oye, Sucheon... —empezó Jiwoo, vacilante. —Quiero que sepas que si algo te molesta, puedes hablarlo conmigo. No tienes que guardártelo.
Sucheon lo miró en silencio por un momento, como si estuviera evaluando sus palabras. Finalmente, suspiró y se dejó caer en una silla frente a Jiwoo. —No es nada, Jiwoo. Solo... —pausó por un momento, antes de continuar—. Solo no me gustan mucho las personas que se acercan tan fácilmente. Y ella, Taylor, no fue una excepción.
Jiwoo frunció el ceño, procesando sus palabras. —No era mi intención que te molestara. Lo siento, no me di cuenta de lo que pasaba en ese momento. Solo pensaba que ella... bueno, solo quería hablar, nada más.
Sucheon sonrió, pero era una sonrisa triste, casi melancólica. —Lo sé. No es tu culpa. Solo... no me siento cómodo cuando las personas actúan así. No tengo por qué explicarlo, pero... me molesta.
Jiwoo lo miró fijamente, como si estuviera comprendiendo algo más profundo. La idea de que Sucheon pudiera sentirse así, celoso o incómodo por cosas que Jiwoo no entendía, le provocó una sensación extraña en el pecho. Era como si de repente todo hubiera cambiado entre ellos, como si ahora las cosas fueran más complicadas de lo que pensaba.
De repente, se dio cuenta de algo: tal vez estaba comenzando a sentirse algo más por Sucheon. Tal vez esas pequeñas interacciones, esos gestos y momentos, estaban comenzando a significar más de lo que había imaginado. Pero, ¿cómo podría decírselo?
Antes de que pudiera seguir con sus pensamientos, la puerta principal se abrió con un suave chirrido. En ese instante, Kayden y Kartein llegaron, aparentemente cansados pero con sonrisas de alivio en sus rostros.
—¿Cómo están? —preguntó Kayden mientras entraba, su mirada fija en Jiwoo y luego en Sucheon. —Todo bien por aquí?
—Sí, todo bien —respondió Jiwoo, sin poder ocultar la ligera incomodidad que aún sentía.
Kartein, siempre observador, notó el ambiente tenso en la habitación. Sonrió amablemente. —Parece que hay algo que no se ha dicho, ¿eh?
Jiwoo y Sucheon se miraron brevemente, ambos callados. Finalmente, Jiwoo se levantó de la mesa, decidiendo cambiar de tema. —Voy a dar un paseo corto, necesito aire fresco. ¿Me acompañan?
Kayden, como siempre, se adelantó rápidamente. —No es necesario que salgas solo. Si te sientes raro, yo te acompaño.
—Yo también iré —dijo Kartein, su tono de voz tranquilo pero preocupado. —Si necesitas algo, ya sabes que estamos aquí.
Sucheon, por su parte, no dijo nada. Aunque había estado callado todo el rato, su mirada fija en Jiwoo parecía decir más de lo que las palabras podían expresar.
Antes de que Jiwoo pudiera decir algo más, los tres ya se habían puesto en marcha para acompañarlo. Sin embargo, Jiwoo no pudo evitar sentir esa presión en el pecho, como si su relación con Sucheon estuviera tomando un giro inesperado. Algo había cambiado, pero él aún no entendía qué.
Mientras caminaban en dirección al parque, Jiwoo dejó escapar un suspiro profundo. Quizás, solo quizás, estaba comenzando a ver a Sucheon de una manera distinta. Y aunque no sabía qué haría con esos sentimientos, lo único que podía hacer era estar ahí para él.
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¿Amor? (Jiwoo X Sucheon)
RomanceLos personajes no son mios esta historia está como basada después del último capítulo publicado ya que seria el tiempo donde los amigos de jiwoo empezarían con su entrenamiento personal